Por Rodolfo Rivera
El terrible y aún inexplicable asesinato de tres jóvenes universitarios y un joven conductor de UBER, dos de origen colombiano de una universidad privada y un veracruzano de la universidad pública, provocó lo que no habíamos presenciado desde hace al menos cuarenta años, el despertar de los estudiantes para manifestar su inconformidad y hartazgo por la inseguridad que se vive en Puebla y en todo el país.
La primavera poblana, pues.
Porque nos habíamos acostumbrado a que los mentados “millenials” (los nacidos en la última década del siglo XX y en la primera del XXI) eran apáticos con lo que pasaba en su alrededor, ensimismados en sus aparatos telefónicos, en su música, sus imágenes y “selfies” y sus redes “sociales” (muchos “amigos” en Instagram pero muy pocas relaciones humanas verdaderas) y solo interesados en los trabajos que implican menor esfuerzo, de preferencia frente una pantalla de computadora y en los ejercicios físicos que los mantengan jóvenes y atractivos.
Poco interesados en la política y absolutamente apartidistas. Con pocos conocimientos de historia y sin una ideología clara en cuanto a economía, muy pocos valores religiosos y nula búsqueda de trascendencia familiar o hijos que mantener.
¿La sociedad? Que cada quien se arregle como pueda. ¿Participar? Pierdo mi tiempo. ¿Políticos y gobierno? Todos son mentirosos y corruptos y mientras más lejos estén de mí, mejor.
Hasta que un buen golpe los hizo reflexionar.
Hasta que se vieron reflejados en algo que le puede pasar a cualquiera de ellos. Hasta que entendieron que la abulia y la indiferencia han contribuido de manera fundamental en todo lo que estamos viviendo hoy en día en cuanto a inseguridad, criminalidad, violencia intra y extra familiar y abusos gubernamentales.
El asesinato sin sentido (sea cual haya sido el motivo) de cuatro jóvenes (dos de ellos extranjeros) al parecer ha despertado de su marasmo a los que hasta hace una semana estaban más preocupados por bajar el último video de su “blogger” o “influencer” favorito, que por lo que pasaba en su entorno social.
Un hecho lamentable y absurdo ha logrado lo que ni los terremotos habían hecho del todo: La participación de los universitarios en el cuestionamiento de lo que pasa, en la búsqueda de soluciones y en la exigencia de una mejor sociedad. Para eso surgió la Universidad en la Edad Media, para buscar, aprender y cuestionar la Verdad.
No sé hasta dónde lleguen las protestas y lo cuestionamientos de los jóvenes universitarios en los próximos días. No sé si sigan indefinidamente y permanezcan en su organización y movilizaciones o se vayan apagando como tantas otras veces. Lo que sí veo es que ya nada volverá a ser igual después del 24/02.
El Gobierno, en Puebla en manos de MORENA en sus tres niveles, vive su crisis más profunda desde que tomaron posesión. Y aunque ellos no inventaron la violencia criminal y más bien viven las consecuencias de décadas de corrupción pasada, tienen la urgente necesidad de resolver el grave problema de la inseguridad y dar resultados visibles.
Las más grandes crisis ofrecen también las más grandes oportunidades de mejorar. Si el Gobierno estatal, municipales y el federal logran cambiar el estado actual de las cosas y que la gente perciba realmente que la inseguridad baja y los delincuentes son castigados y las familias vivan sin miedo… habrán dado un salto espectacular y, en serio, la gente valoraría sí volver a votar por ellos. Tienen un año para lograr esos resultados… hasta eso, si se aplican sí les podría dar tiempo.
Pero si no dan resultados, si la inexperiencia y conflictos internos (MORENA y sus gobiernos) siguen o bien si no entienden que tienen la oportunidad de cambiar las cosas (con mejores estrategias contra la delincuencia, más, pero sobre todo mejores policías, menos corrupción, más transparencia, etc. etc. etc.) y no lo hacen, la gente, desilusionada, no volverá a votar por ellos.
Y los jóvenes. Si los universitarios que hoy protestan y gritan consignas contra la terrible situación actual, entienden que del pensamiento universitario han venido todas las transformaciones de mundo moderno y pos-moderno y que su participación es vital para que la sociedad marche bien, habremos dado un paso gigantesco. La primavera poblana habrá sido un éxito.
Eso sí, NO se dejen manipular por partidos, políticos o Rectores que quieran sacar raja política de la situación y las protestas. Los vivales de siempre. Justamente por los que los jóvenes se desilusionaron desde hace tiempo de esta sociedad.
