23-04-2024 10:57:44 PM

Nada más tardaron 6 años

Por Alejandro Mondragón

 

Sin el yugo morenovallista que trajo a las universidades y rectores a punta de auditorías, condicionamiento de permisos y revisiones académicas constantes, las instituciones pasaron del silencio al grito ante la inseguridad.

 

Sólo se tardaron 6 años, porque tuvieron su oportunidad de ser los contrapesos universitarios que tanto requería la sociedad ante la muerte de un niño indígena en Chalchihuapan en el 2014.

 

No sólo callaron, fueron omisos frente a una realidad. Los dos extremos se presentaron.

 

Por un lado, la Universidad Anáhuac que validó la teoría del cohetón para justificar el deceso de José Luis Tlehuatlie Tamayo.

 

Por el otro, la Iberoamericana, la excepción de la regla. Protestó, se solidarizó con la madre, el niño y la comunidad de Chalchihuapan.

 

El resto de las instituciones con sus rectores guardaron silencio, pero no sólo en este tema, sino en otros como los presos políticos, los feminicidios e incluso las agresiones a universitarios/as.

 

Ahora, los rectores han respaldado a su comunidad para salir a las calles y protestar, reclamar a la Cuarta Transformación su falta de respuesta ante la delincuencia, a pesar que desde la llegada del morenovallismo este fenómeno floreció y se enraizó en el tejido social.

 

Los rectores que hasta conformaron un Consorcio de Universidades estuvo ausente, fue cómplice con su silencio y hasta convalidó el autoritarismo morenovallista, al que dejó hacer y pasar ante la galopante inseguridad.

 

Algunos rectores, como el de la UDLA, Luis Ernesto Derbez, quien andaba con amparo bajo el brazo, siempre se justificaron que los tenían con estricta vigilancia, pero también a otros actores que aún así exhibieron los excesos y corruptelas del poder.

 

A todos indignó la muerte de estudiantes en Huejotzingo, faltaba más que no. Sin embargo, el valor que ahora asumen las universidades no lo han tenido desde hace años para impedir que la delincuencia se constituya en una fuerza de poder en Puebla.

 

Quizá más allá de protestar, en realidad exijan que se castigue a aquellos cómplices del morenovallismo que ya están listos para pasarse de vivos con el proceso electoral que se avecina.

 

Que nunca pierdan la memoria histórica.

About The Author

Related posts