Por Alejandro Mondragón
Al interior de la Secretaría de Seguridad Pública continúan las uñas largas, lo que sin duda explica que la lucha contra la delincuencia es una pantalla.
En la 4T que bien podría significar “La Cuarta Transa”, ahora se ha detectado el grupo denominado RV o Recuperación de Vehículos.
Ya existe una queja administrativa presentada al gobernador y a la responsable de la Secretaría de la Función Pública, Laura Olivia Villaseñor.
La denuncia –en poder de Al Portador- exhibe que además de la discriminación, hostigamiento y malos tratos a los policías, hay que sumar la transa del grupo RV.
Existe un modus operandi en el proceso de recuperación de vehículos, particularmente tractocamiones. Puebla es uno de los estados más inseguros en robos carreteros.
Este Grupo RV verifica el status legal de la unidad, pero apenas hallan alguna alteración en sus documentos, proceden a negociar con el usuario para pedirles cantidades que fluctúan entre los 15 mil y 200 mil pesos, según sea el caso.
En este proceso, el Grupo RV saca del lugar de la detención al usuario hasta que éste pueda contactar a algún familiar para conseguir el dinero. Una especie de secuestro exprés y extorsión se aplica.
Si no se llega a algún arreglo, entonces mandan a llamar a los policías, mediante amenazas de cambiarlos de área de trabajo, acta administrativa, boleta de arresto, para que detengan al usuario.
El director del área Adrián López Cavita conoce perfectamente el tema, porque hay que entregarle una cuota.
Los policías que forman parte del Grupo RV reciben todo tipo de favores, como no laborar en días feriados y se les permite pasearse en sus lujosos coches.
El caso salpica al director general, el encargado de despacho, Andrés Cázares Herrera.
Es el intocable Grupo RV.
