Por Alejandro Mondragón
Los datos que comenzaron a fluir sobre la perspectiva de Morena en las elecciones del 2021 arrojan un panorama oscuro.
El partido aventaja a sus adversarios 10 puntos porcentuales en Puebla y su zona metropolitana, porcentaje que en un año no electoral suena bien, pero el desgate natural de la Cuarta Transformación ya en el 2021 luce peligroso.
¿Usted votaría por Morena otra vez?, preguntan.
Y hay más poblanos que lo harían sin reparo.
El problema viene cuando se formula otra interrogante:
¿Usted volvería a votar por su alcaldesa o edil (según el caso) ?
No, de ninguna manera, contestan en una amplia mayoría.
Esto significa que en Puebla, aunque cada vez menos, aún se mantiene favorable el efecto López Obrador, al etiquetarlo con Morena.
Pero si se pone nombre y apellido a las autoridades actuales, entonces viene el rechazo. Cualquiera, menos los que ya están.
Si la oposición deja a un lado sus ambiciones de grupo, seguro que en el 2021 no sólo recuperarían Puebla y su zona metropolitana, sino que además podrían quedarse con la mayoría legislativa para los últimos tres años de gestión de Luis Miguel Barbosa.
Morena tiene una carga mayor que la oposición. Es gobierno en Puebla y el desgaste es natural en 2020.
La oposición tendrá que medir muy bien a sus candidatos y candidatas, toda vez que el factor corrupción será un arma que se empleará en 2021 para descarrilarlos.
El pasado los perseguirá.