Por Karina Fernández
Los movimientos en el gabinete estatal son cambios naturales de todo gobierno, planteó el nuevo secretario de Gobernación, David Méndez Márquez negando así una ruptura entre el mandatario estatal y Fernando Manzanilla Prieto.
A unas horas de su renuncia, el ex secretario de Gobernación señaló que él no pertenecía al “equipo compacto” del gobernador Miguel Barbosa, lo cual lo motivó a separarse del gabinete para regresar a San Lázaro.
Apuntó además que a la dependencia a su cargo se le relegó de la coordinación del gabinete, por lo cual decidió renunciar al cargo pues si bien dijo ser un “aliado” del gobernador, no sentía pertenencia a su equipo de trabajo.
Al respecto, Méndez Márquez dijo que el gobernador determina quiénes son los integrantes de su equipo, y que los cambios en el gobierno forman parte de un proceso natural para, en este caso, corregir las prácticas del pasado.
“Creo que el gobierno está en absoluta facultad de determinar quiénes son los integrantes de su equipo. He señalado que todos tenemos muy claro que estamos en permanente evaluación no sólo respecto a la conducta que debemos asumir, cercana a la gente, sino en el combate a la corrupción y otras acciones que debemos impulsar”, apuntó.
El funcionario estatal desestimó alguna ruptura entre el mandatario y el diputado federal a raíz de su salida del gabinete. Consideró que ambos reconocen el término de una etapa que no pone punto a un trabajo en favor de los ciudadanos.
“Él (Manzanilla) no ha planteado una ruptura pero la situación personal que tenga con el gobernador, él mismo la definirá (…) Respecto sus puntos de vista”, dijo.
El ex vocero de campaña de Barbosa Huerta comentó que su arribo a la Secretaría desencadenará una serie de cambios al interior de la dependencia, empezando por los nombramientos de las subsecretarías pendientes en las que él y José Luis Márquez Martínez se desempeñaban.
Sobre el estado en que recibe la dependencia, dijo que de existir anomalías, se conocerán durante el proceso de revisión.
Indicó también que se instaurarán nuevos criterios de gobernabilidad, directrices y lineamientos alineados a los criterios de la Cuarta Transformación que se basarán en la democracia y en la participación ciudadana.
