Por Alejandro Mondragón
Los desencuentros cada vez son más evidentes.
Es la 4T de género.
En un lado, Olivia Salomón, secretaria de Desarrollo Económico.
Por el otro, Fabiana Briseño, titular de Turismo.
La primera cuenta con el reconocimiento en cada acto público de parte del gobernador Miguel Barbosa Huerta.
La segunda presume su cercanía con José Ramón López Beltrán, el hijo del presidente Andrés Manuel López Obrador.
Olivia es una de las integrantes del gabinete que más escucha el mandatario poblano, lo que le permite acaparar espacios y reflectores.
Briseño, en varios temas que competen a su área ha quedado rebasada por el activismo de Salomón. Y de ahí los desencuentros.
Fabiana se siente desplazada por Olivia, por lo que en más de una ocasión han tenido discusiones.
Abrazos, no encontronazos, requieren las mujeres, pues de seguir así el pleito escalará a otro nivel.
No creo que una foto resuelva de fondo, quizá de forma, el conflicto.
Lo que está claro es que continuarán los cambios en el gabinete. Subsecretarios recibirán de regalo de Reyes algunas secretarías.
