Por Valentín Varillas
La organización Antorcha Campesina está lista para tener un peso específico real en los comicios, federales y locales, que se van a llevar a cabo en el 2021.
Y pretenden atacar el sector del electorado que es considerado como el “voto duro” de Morena.
En reiteradas ocasiones, sus dirigentes han hecho público su interés de buscar el registro como partido político nacional, algo que se ve por demás precipitado en términos de fecha calendario, pero que en el caso específico de Puebla hay posibilidad de concretarse.
En el estado, podrían continuar el proceso que inició en su momento la organización Podemos Puebla y convertirse en partido político local para competir por las 217 alcaldías y el pleno del congreso poblano.
De ser así, habría que meter en la ecuación electoral el factor Antorcha y cómo su participación en el proceso electoral, dentro de año y medio, podría modificar la relación entre fuerzas políticas de la entidad.
Sobre todo en el esquema de la potencial formación de alianzas, un formato muy socorrido ante escenarios de alta concentración del poder.
Lo usó Rafael Moreno Valle en el 2010, enfrentando a un PRI que controlaba no solo el gobierno estatal, además, la mayoría de los principales ayuntamientos y el pleno del legislativo poblano.
En ese tiempo, a los estrategas del régimen les falló el análisis y le apostaron a que las diferencias ideológicas iban a impedir que los partidos más importantes diferentes al tricolor, iban a unir fuerzas para arrebatarles el poder.
Algo similar podría pasar en tiempos de la 4T.
Ahora que Morena vive una circunstancia parecida a la del PRI de esa época, la probable unión de partidos opositores contra ellos, podría ser un escenario no muy alejado de la realidad.
Apenas hace unos días, se empezó a hablar seriamente en los corrillos de la política poblana, por primera vez en la historia, de que se buscarían las coincidencias necesarias para plantear las bases de una coalición que integrara a PRI y PAN en un mismo proyecto político, algo impensable apenas hace un año.
De ese tamaño es la desesperación.
Antorcha podría cerrar el círculo, por sus antecedentes de alianzas exitosas “de facto” con el Revolucionario Institucional y por su enorme capacidad de movilización.
Apenas hace una semana, en la capital del estado, llevaron a cabo una concentración masiva de militantes en la zona de los estadios en donde aseguran haber reunido a más de 150 mil personas.
Imagine esa estructura operando electoralmente y moviendo recursos; los propios y los que recibiría por concepto de prerrogativas en caso de convertirse en partido político estatal.
Es evidente que, para que este escenario se confirme, será necesaria la conjugación de muchos y muy complicados factores.
Sin embargo, por aquello de las malditas dudas, tal vez valdría la pena empezar a considerar a Antorcha Campesina en la ecuación electoral poblana del 2021.
Directa o indirectamente.