Por Abel Pérez Rojas
Para muchos los globos artísticos de papel – conocidos también como globos de papel, globos luminosos, globos del deseo y globos de papel de China-, son una de las manifestaciones más espectaculares del arte popular iberoamericano cuyas raíces se remontan a cientos de años en diversas naciones latinoamericanas; como toda expresión artística, desde ahí se están levantando voces de protesta y resistencia en torno a temas urgentes que no pueden postergarse.
Esta semana tuve la oportunidad de dialogar con quien por su seguridad –así me lo ha pedido él-, llamaré simplemente Edson, quien es geógrafo, medioambientalista y militante por la regulación de la actividad globera en Brasil.
Edson es originario de la ciudad de Curitiba, estado de Paraná, Brasil, quien se ha dedicado durante más de treinta años al diseño, construcción y elevación de globos artísticos.
En Brasil de acuerdo a una ley federal, desde 1934 están prohibidos los globos artísticos aerostáticos no tripulados, pues a decir de los promotores de dicha reglamentación, el hecho de que empleen fuego para su elevación implica riesgos ambientales, específicamente la generación de incendios forestales.
Curiosamente en la combinación del uso de dos elementos antagónicos como lo son el papel y el fuego, es en donde reside la maestría e ingenio que implica dicha actividad.
Converso con Edson sobre los globos artísticos de papel, me dice que Brasil, su país natal, es un referente mundial en esta arte.
Desde la maravilla que implica concebir, construir y elevar colosos que pueden medir desde cinco a cien metros de altura, Edson me dice que esa ha sido su trinchera para ejercer su activismo.
En el 2009, con motivo de su graduación, Edson inició un estudio acerca del impacto ambiental de la actividad globera en Brasil, descubriendo que si bien es cierto, es riesgosa la actividad de los globos artísticos, la solución es la regulación efectiva, pues hay una actividad resiliente de los artistas globeros, que a pesar de que la prohibición tiene muchos años, éstos han resistido a la misma, continuando con la actividad en la clandestinidad e incluso evolucionando artística y técnicamente a pesar de la presión del Estado brasileño.
Los globos artísticos son una manifestación artística con un gran poder de convocatoria, su espectacularidad atrae a miles de personas en las redes sociales y en festivales celebrados fuera de Brasil, como es el caso de México, donde los artistas brasileños de esta especialidad han encontrado cielos libres para elevar sus creaciones, esa libertad les ha permitido expresarse sobre temas de la realidad en su país; que en el caso de Edson, ha sido sobre la situación de la depredación de la Amazonia, la defensa del territorio y la persecución de medioambientalistas y activista en pro de los derechos humanos.
Mientras escucho a Edson pienso en lo difícil que es sortear todas las adversidades para continuar con el arte que es su motivo y esencia de vida.
A propósito de su activismo, Edson me platica que con la llegada del actual presidente de su país Jair Bolsonaro, las cosas retrocedieron en detrimento de las libertades de los brasileños, porque el discurso de odio ha dividido al pueblo brasileño entre “buenos” y “malos”.
Dice Edson, que de acuerdo a esa división de la oficialidad entre unos y otros, las personas indígenas son malas, las personas pobres son malas, las personas negras son malas, las personas homosexuales son malas, etc.
Por otra parte, en ese discurso simplista del gobierno brasileño, dice Edson, que las personas ricas son buenas, las personas cristianas son buenas, las personas blancas son buenas, los citadinos son buenos, es decir, hay un trasfondo supremacista enmascarado en un pseudo nacionalismo entreguista a los Estados Unidos.
Sigo escuchando las reflexiones de mi entrevistado y me queda cada vez más claro que sin su inmersión pasional en el mundo de los globos artísticos de papel, el espíritu de este activista se marchitaría irremediablemente.
En efecto, los globos artísticos de papel son el universo en el cual Edson y muchos más expresan su activismo sin cortapisas, pese a la criminalización de su actividad en su propio país.
Veo otra cara del punto geográfico que está en la mira internacional debido a los incendios forestales de la Amazonia, me duele lo que sucede, como también me duele que situaciones como ésta sean desconocidas en gran parte del mundo. ¿O no?
Nos vemos en la próxima entrega. Te espero.