25-11-2024 02:50:03 AM

Rehacer Puebla

Por Rodolfo Rivera Pacheco

 

Al momento de escribir esta columna (temprana mañana de domingo) aún no sé a ciencia cierta quién será nombrado Gobernador Interino por el Congreso del Estado. Pero todo indica que será en el transcurso de este lunes cuando así ocurra, pues los Diputados están citados para sesión extraordinaria.

Ya quedan solo algunos nombres que realmente pueden ocupar el cargo. Lo que queda del morenovallismo sigue difundiendo que se ratificará a Jesús Rodríguez Almeida, actual encargado de despacho, para que sea nombrado interino y convoque a la nueva elección. Pero creo que es más deseo que algo real.

Fuentes demasiado altas que han estado presentes en las negociaciones en México me citan la frase textual de Yeidckol Polevnsky al respecto de que quedara Almeida u otro panista o morenovallista de interino: “Sobre mi cadáver”.

El Presidente López Obrador, que hoy tiene problemas mucho más urgentes que atender, ha dejado a su Presidenta de partido la operación para Puebla. Es claro y evidente.

Por eso, a menos que haya habido algo extraordinario y que AMLO haya decidido otra cosa por algún motivo excepcional, todo indica que el interno será alguien que haya pasado ya la aprobación de la mayoría de fuerzas partidistas en Puebla y México, aunque no sea del todo del agrado de los panistas, quienes tampoco han comprendido que Puebla ya es otra desde el 24 de diciembre.

Porque venir a decir eso de que “por derecho” toca a un panista ser Gobernador interino, implica no entender lo que sucedió el 24 de diciembre, cuando murió el morenovallismo y hoy sólo queda un grupo fragmentado, desconcertado, sin líder que aglutine y con muchos huérfanos que disputan la herencia… que tampoco existe como tal.

El panismo expresó con dureza –y burlas- el 8 de diciembre que simplemente había que “acatar la ley” con respecto al fallo que afectó a MORENA y su entonces candidato a Gobernador. Ahora por ley tienen que acatar lo que dice la Constitución poblana y no es otra cosa que la mayoría del Congreso local va a nombrar un Gobernador Interino. Punto.

Con la misma vara que mides… serás medido, dijo alguien por ahí hace unos dos mil años.

Entonces, volviendo al tema original, todo indica que los grupos de MORENA y aliados en México y Puebla junto con su líder y su jefa de partido, han decidido nombrar como interino a alguien que no polarice tanto. Afortunadamente entendieron que era cierto exceso (no ilegal, pero sí polarizante) que algún Diputado local o federal de MORENA (o aliados) quedara en el puesto.

No. Se requiere de alguien que pueda transitar entre morenos, priístas y lo más que se pueda de las demás fuerzas partidistas en Puebla. Desde luego –lo escribí aquí mismo en semanas pasadas- quien sea, NO dejará contentos a todos. No existe ese personaje en Puebla. Todos tienen pasado, relaciones, filias y fobias. ¿Quién en Puebla es querido y aprobado por la totalidad de habitantes…? Absolutamente nadie. Y menos en los últimos tiempos, de tanta polarización y divisiones partidistas.

Y bueno, todo indica que ese personaje es Guillermo Pacheco Pulido, veterano político que ha sido Alcalde de Puebla, Diputado local y federal, Magistrado Presidente del Tribunal Superior de Justicia, líder partidista, autor de varios libros especializados de Derecho y también varias veces aspirante a Gobernador.

Pacheco Pulido es de los pocos políticos poblanos que siempre ha vivido en Puebla y que puede sentarse en cualquier sitio a comer o platicar y es saludado por decenas de personas de todas las filiaciones partidistas.

Desde luego no será bien visto por todos. Es imposible que eso ocurra en Puebla hoy y siempre. Pero es quien más tiene experiencia y currículum de todos los que se han registrado como aspirantes.

Y ya se intenta desprestigiarlo con el tema de Lydia Cacho… pero la misma periodista borró el tweet que lo mencionaba como parte de la “conspiración” en su contra en tiempos de Mario Marín. Su nombre jamás apareció en denuncia o proceso alguno. Pero seguramente por ahí o por alguna otra vía aparecerán ataques. Normal. Todos no quedarán contentos. Así es Puebla.

Por supuesto, no sé si de verdad sea tan bonito ser Gobernador interino en estos momentos en Puebla. Más bien es la rifa del tigre. Le tocarán meses complicados al interino. Deberá ser justo e imparcial en la nueva contienda electoral. Deberá ajustar los excesos morenovallistas en el Gobierno estatal. Creo que no deben permanecer los funcionarios (que jamás dejarán de ser morenovallistas) y ahí habrá resentidos y conflictivos.

En fin. Solo un hombre experimentado y con la serenidad que dan los años… puede con ese paquete. En serio, ojalá lo logre.

Por lo pronto, una vez que conozcamos al Gobernador interino, comenzará formalmente la lucha por la Gubernatura constitucional.

En MORENA hay una enorme esperanza de ganar. Las preferencias sí favorecen en Puebla al partido de López Obrador y los últimos acontecimientos nacionales, lejos de afectarlo, le siguen favoreciendo y sus partidarios estás más seguros que nunca de seguirlo aprobando y apoyando.

Y las versiones de que “con tal candidato se pierde” o que “con tal candidato sí se asegura la victoria” son cuentos que difunden a quien así conviene.

Raro, curioso, ilógico, absurdo y todo lo que quieran sus detractores… pero hoy MORENA ganaría la Gubernatura con cualquiera que sea su candidato. No se hagan bolas.

Desde luego vendrá la campaña y a ver si se mantienen esas tendencias. Mucho tendrá que ver una excelente imagen, excelente discurso y actitud de quien sea el candidato a Gobernador por MORENA. Y claro, que sus liderazgos no se dividan como tradicionalmente lo han venido haciendo.

La vida y las circunstancias les dieron otra oportunidad. Si la desperdician será problema de ellos.

En el PAN siguen las divisiones. La reunión que convocó Genoveva a petición de Marko Cortés no dejó contento a nadie.

Los morenovallistas ya se dieron cuenta que ya no mandan. Solo son un grupo más y bastante disminuido y fragmentado. Unos quieren impulsar a Luis Banck como candidato, pero Tony Gali sigue impulsando a su hijo… que ni panista es. Bueno Banck… tampoco.

Y los panistas “históricos” quieren recuperar su partido más que cualquier otra cosa. Ahí es donde se sienten bien y actúan en consecuencia. Y desde luego quieren la candidatura para uno de ellos. Y solo quedan dos precandidatos.

Uno es Eduardo Rivera Pérez, que reclama para sí la candidatura, pero que es visto con recelo por muchos panistas por haber negociado varias veces con Moreno Valle, mismas que fue traicionado y que perdió estrepitosamente la pasada elección en la capital ante la candidata de MORENA y hoy Alcaldesa. Sus críticos dicen que si no pudo ganar ni siquiera la capital, donde es conocido y supuestamente tenía mejor sus preferencias, cómo piensa ganar el Estado, donde muy pocos lo ubican.

Y el otro que queda es Humberto “El Tigre” Aguilar Coronado. Reitero, es quien más cercanía tiene con Marko Cortés y el grupo de Santiago Creel y Ricardo Anaya, quienes siguen moviendo al PAN tras bambalinas. Beto Aguilar tiene un amplio currículum, ha tenido todos los cargos partidistas, ha sido legislador local y federal y Senador. Negociador nato, tiene excelentes relaciones con todos los líderes de todos los partidos a nivel nacional, donde es apreciado.

Los simpatizantes del Tigre aseguran que sólo un personaje como él podría volver a reagrupar al panismo poblano y con una magnífica campaña, darle pelea a MORENA y su candidato.

De uno de esos cuatro personajes (Banck, Gali Jr., Rivera o Aguilar Coronado) saldrá el candidato del PAN a la gubernatura. Los otrora partiditos aliados quién sabe si lo acompañen esta vez (lo dije hace semanas y hoy ya andan saltando del barco).

Y en el PRI… con ninguna posibilidad de ganar, quien sea su candidato (a) intentará negociar con quien se perfile como ganador, para que le compartan algo del poder y con algo de presupuesto, intentar rehacer el partido. Y todo indica que esa alianza ahora será… con MORENA. El PRIMOR poblano.

Sí. Todo cambió el 24 de diciembre.

El helicóptero ya no se puede rehacer. Pero Puebla sí que debe rehacerse.

 

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