Por Jesús Manuel Hernández
Es cuestión de horas, quizá de unos cuantos días, pero de que esta semana habrá Gobernador Interino, nadie lo duda. La pregunta es quién será la o el elegido.
A partir del escenario político derivado de la cerrazón de Marko Cortés por no proponer una terna que identifique a su partido con el Interino, es que ha venido tomando fuerza la idea de que el elegido sea un personaje que no resulte ajeno a la sociedad poblana, o sea, existe una idea generalizada en cerrarle el paso a alguien que no tenga el reconocimiento social y también la aceptación de los grupos políticos en juego.
Los diputados locales vienen haciendo su tarea dentro del marco nacional con el fin de impedir que un miembro del morenovallismo sea el elegido, idea que según se aprecia no sólo es aceptada por una buena parte de los poblanos, también por varios líderes de grupos políticos que desean practicar la democracia en la elección extraordinaria.
Cercanos al exgobernador Gali impulsan perfiles como los de Ignacio Alvízar, quien tendría respaldo entre el gremio magisterial, o el de Héctor Sánchez, representante del foro de abogados de la nueva generación.
La necedad de mantener a Rodríguez Almeida por parte del PAN, ha despertado molestias entre los afiliados, no lo conocen, no lo han visto nunca en algún evento del partido; y qué decir de la sociedad poblana, lo considera un policía, no un político.
Con la inscripción de Guillermo Pacheco Pulido en la lista de aspirantes se ha dado un giro a los perfiles de quien deba asumir el cargo de gobernador interino. A lo largo de su vida profesional como abogado y político ha hecho miles de amistades, ha sido una especie de político local nunca bien valorado por los grupos nacionales en el poder.
La corriente de quienes consideran que Puebla necesita ser gobernada por uno de los suyos ha crecido, se han dado manifestaciones públicas en redes sociales y declaraciones formales de líderes empresariales, políticos de varias corrientes ideológicas para que sea el Gobernador Interino, pues no se le ve como parte de una avanzada que vaya a favorecer a algunos de los próximos contendientes.
Pacheco Pulido terminaría así una larga trayectoria en la política poblana, permitiendo quizá con su experiencia de hábil negociador una contienda limpia, democrática, útil para la convivencia de los poblanos.
O por lo menos, así me lo parece.
