Por Valentín Varillas
Una gran incógnita en torno al inicio de la próxima administración municipal de la capital, es quiénes serán los hombres y mujeres que acompañarán a Claudia Rivera Vivanco en esta nueva etapa para la ciudad de Puebla.
Los nombres de personajes que serán claves en el gobierno que iniciará en una semana más, se han mantenido en el más absoluto hermetismo.
Ni siquiera se han manejado los posibles perfiles que podrían integrarse en áreas prioritarias de la administración pública municipal y que por su importancia, son también los que despiertan el mayor interés de los ciudadanos.
Por ejemplo, en las carteras de obra y seguridad públicas, en donde las expectativas son altísimas, en términos de ver resultados contundentes, casi de manera inmediata.
Una forma diferente de gobernar, con actitudes y modos distintos, pero generando avances medibles en lo cualitativo y cuantitativo, de entrada luce como un reto titánico.
Seguramente, las razones que pudieran explicar el secretismo alrededor de la designación de los próximos funcionarios municipales son muchas y muy diversas.
Una podría ser, el evitar un desgaste acelerado a través de innecesarias presiones internas o salvajes madrizas mediáticas ordenadas por sus enemigos políticos.
Adentro y afuera.
Otra, que parece más certera, tiene que ver con una especie de “pirateo” que se ha desatado entre el equipo de Rivera Vivanco y el de Martha Erika Alonso, que ya recluta perfiles, confiada en que le Trife la ratificará como ganadora de la gubernatura de Puebla.
Al parecer, a pesar de las supuestas diferencias ideológicas, existen coincidencias en términos de los requisitos que cada una de ellas ha puesto a quienes deseen integrarse a sus respectivas administraciones.
Ahora bien ¿quiénes pueden ser esos ciudadanos químicamente puros para encabezar un gobierno con esas características?
¿Dónde se encuentran estos garbanzos de a libra que puedan conjugar experiencia en el servicio público, preparación, capacidad, honestidad y honradez?
Y claro, que además su pasado no los condene.
¿Existen siquiera?
Pareciera que hay que dar con ellos a como dé lugar, porque serán indispensables para cumplir con las promesas hechas en la pasada campaña.
No, no parece fácil.
Para nada.
Claudia Rivera hereda una ciudad hecha pedazos, colapsada, el auténtico tigre de la rifa.
Administración tras administración, han quedado los mismos pendientes, con la consecuente y constante disminución de la calidad de vida de quienes aquí habitamos.
En el papel, han llegado ya los nuevos tiempos; los de la esperanza y los cambios verdaderos.
Faltará nada más, asumir el reto de empatar, por fin, la teoría con la práctica.
