24-11-2024 04:21:01 PM

¿Peleará AMLO Puebla?

Por Valentín Varillas

 

Más allá de que el Movimiento de Regeneración Nacional presente las impugnaciones que considere pertinentes, en función de cómo se desarrolló la jornada electoral en Puebla y de que éstas tomen el curso que indiquen las autoridades electorales de los distintos niveles, valdría la pena preguntarse si realmente nuestro estado es considerado prioritario para quienes arrasaron inmisericordemente con el proceso presidencial.

Y es que, pareciera que son muy pocas las voces de apoyo real que ha encontrado hasta el momento la izquierda poblana, en su lucha por defender lo que consideran que ganaron en las urnas.

Que la borrachera democrática desatada a partir de su histórica llegada a Los Pinos y amarrado también sin problemas el gobierno de la Ciudad de México y la mayoría de ambas cámaras del Congreso de la Unión,  les hace pensar que lo demás no importa ya.

Hay dudas de que los auténticos liderazgos de Morena pasen de la potencial solidaridad discursiva a las acciones reales, concretas, que signifiquen un valioso espaldarazo político para el movimiento en el estado.

Por lo menos, así lo demuestra la indiferencia de quienes, desde el centro neurálgico de toma de decisiones del Movimiento de Regeneración Nacional, tenían la encomienda de operar la elección de Puebla.

 

 

Si no se le da la importancia que en realidad tiene un estado en donde votaron más de 2 millones y medio de ciudadanos para elegir al próximo gobernador, el sospechosismo no tardará en aparecer.

Y con justa razón.

Rendir Puebla cuando la diferencia es apenas mayor al 3% no sería un comportamiento político lógico.

Mucho menos cuando existen condiciones para proceder a la impugnación, una vez que la elección poblana fue, a contrapelo del resto del país, un penoso ejemplo de desaseo y regresión democrática.

Además, aquí se dio un supuesto comportamiento único, atípico, del electorado, lo que arroja mucho más dudas que certezas en términos del respeto a la voluntad de la mayoría.

Tampoco parecería lógico, cuando existen personajes muy cercanos al presidente electo, que tienen agravios inclusive personales con Rafael Moreno Valle.

Es el caso de César Yáñez, compañero de lucha de López Obrador por más de 20 años, cuya pareja, Dulce María Silva, estuvo encarcelada en Puebla en el sexenio de RMV.

El propio Yáñez declaró sin reparos que se trataba de un encarcelamiento por motivos políticos, uno de tantos que se dieron durante aquella administración.

El apoyo del virtual presidente electo del país sería, a simple vista, natural.

A menos, claro, que se haya dado un capítulo más de los infaltables acuerdos por debajo del agua, característicos de la vida política nacional y que se supone acabarían con el cambio que representa AMLO.

En este espacio le conté hace unos días que, por tres vías distintas –Monreal, Ebrard y Gordillo- Moreno Valle buscó tener una reunión con López Obrador, semanas antes del proceso electoral.

También le platiqué que fue la tercera vía la que caminó, según versiones de personajes cercanos a ambos.

No queda claro si la reunión fue directamente con el ganador de la elección presidencial o con su círculo íntimo, pero es un hecho que hubo contacto.

Tal vez la propia Elba Esther sea un factor de peso real para evitar que Morena se meta de lleno al caso Puebla.

O podría ser también que, en nuestro estado, se lleve a cabo la primera concertacesión de la era Andrés Manuel, sin que haya siquiera tomado protesta como presidente de la República.

 

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