Por Rodolfo Rivera Pacheco
A tres semanas de que termine este accidentado y violento proceso electoral, una pregunta ronda en todos los ambientes políticos y sociales en México… ¿Todo está consumado? ¿Andrés Manuel López Obrador ya ganó la Presidencia de México, pues todos –todos- los sondeos serios y de empresas reconocidas (porque también hay decenas de babosadas e inventos) lo colocan con ventajas de hasta 30 puntos porcentuales –o más- sobre sus otros contendientes?
La respuesta que yo puedo dar y que me dedico a lo mismo, es que… sí.
Hay muchos motivos que hemos venido analizando desde hace años ya en este mismo espacio, pero el hecho es que López Obrador y ahora su partido MORENA, sí aglutinan el rechazo y descontento hacia los partidos tradicionales y clase política en general de México. La gente dice que votará por MORENA sí, pero sobre todo CONTRA PRI y PAN, que han decepcionado a la población en general del país.
No digo que todo el pueblo esté con AMLO. Obvio el PAN aún tiene simpatizantes y son como el 20% de los electores (quinta parte de los votantes actuales)… pero no le alcanza para ganarle al candidato de MORENA. Yo sé que esto les fastidia a los que son panistas… pero esta vez no supieron cómo convencer a la mayoría de la población en que su candidato era el mejor. Tampoco en 2012 con Josefina Vázquez Mota, pero esa es otra historia.
Y no, no se hagan falsas ilusiones e inventen historias de que la gente “oculta” su voto y los “indecisos” votarán por Ricardo Anaya, que las encuestas “se equivocan” y que sucederá como con Trump o el Brexit y habrá sorpresas en el resultado final y no sé cuántas racionalizaciones más para intentar explicar que Anaya… sí está muy lejos del primer lugar en las preferencias.
De entrada, los indecisos y los que ocultan su voto son mucho más propensos a votar por MORENA que por el PAN. Lo he medido y requetemedido en todo el país: los “morenos” son los que más ocultan su voto y el día de la elección salen en hordas a votar por sus candidatos. Por ahí no va la cosa. Es más, la ventaja de AMLO en el resultado final puede ser por más de lo que prevén las encuestas serias.
Y sobre las encuestas y sus “errores”… pues no opinaban lo mismo cuando Felipe Calderón “ganó” en 2006 o cuando efectivamente sus candidatos encabezan las preferencias. No sean como lo que tanto han abominado de López Obrador, que sólo están de acuerdo con las encuestas cuando los favorecen.
No. Anaya simplemente no despertó las simpatías que pensaba su grupo. La mayoría de la gente lo cataloga como mentiroso y manipulador.
Y panistas… no salgan ahora con que la “terrible” y maldita guerra sucia contra su candidato es lo que lo ha venido afectando. Si un partido es especialista en guerra sucia es el PAN. Los he visto en todo el país desde hace más de 30 años y si a alguien le encanta hacer campañas de guerra sucia, spots polémicos, ataques a la vida privada de los candidatos opositores y un largo etcétera… es a los panistas. Es más, son muy buenos en ese tema, la verdad.
Así que quejarse hoy de la “asquerosa” guerra sucia contra Ricardo Anaya es escupir para arriba. Solo les recuerdo todo lo que han venido haciendo desde 2006 contra López Obrador, la campaña del “peligro para México”, spots en su contra, ataques de empresarios y un muy largo etcétera. Y ciertamente les sirvió tanto en 2006 y un poco menos en 2012 cuando ganó Peña Nieto. Ahora no se quejen de lo que ustedes tanto han usado y abusado. El problema es que esta vez no les alcanzó.
Lo cierto es que la difusión de grabaciones y videos sobre el manejo de recursos de origen ilícito para favorecer a Anaya sí pegó en la línea de flotación de su campaña. El golpe ha sido demoledor. Su equipo y estrategas han querido salir a defenderlo pero el brutal golpe fue certero y exacto. Es más, yo creo que aún hay más videos y seguramente con el mismísimo Barreiro que está en Canadá. Yo creo que Meade rebasará a Anaya y se colocará en segundo lugar.
Ahora bien, esto último tampoco quiere decir que Meade vaya a alcanzar a López Obrador, como algunos ingenuos priístas sueñan. No, Meade tampoco alcanzará ni vencerá a AMLO. Solo puede ser que ocupe el segundo lugar, pero hasta ahí, con desventaja de más de 20 puntos seguramente, terrible e irreversible faltando solo dos semanas de campaña.
El PRI quedará en tercer lejano lugar esta ocasión y en algunos Estados de la República cae hasta cuartos y quintos lugares en cargos locales. Terrible. El PRI tocará fondo, pero tampoco desaparecerá como partido, solo será uno más. Importante, desde luego –tendrá trece o catorce Gubernaturas, una bancada buena de Senadores y Diputados pero no la mayoría, muchos Diputados locales y Alcaldes en todo el país- pero ya nunca el hegemónico.
Habrá que ver qué grupo se queda con el tricolor. Hoy pugnan varios: El de Carlos Salinas de Gortari quien busca colocar a su sobrina Claudia Ruíz Massieu como posible candidata en 2024, pero ahí andan también los Osorio Chong y Manlio Fabio Beltrones y el viejo priísmo y desde luego el grupo del Presidente Peña Nieto, que se agazapará en el Estado de México. A ver quién recoge las cenizas del PRI y lo hace resucitar.
Finalmente… ¿el golpe a Anaya le pega también al PAN y sus candidatos en el país, Puebla específicamente?
Yo creo que sí. En Puebla sigo trayendo con ventajas a la mayoría de candidatos de MORENA. Quizás no con la ventaja de López Obrador, pero sí están arriba un buen de Diputados, Alcaldes y el candidato a Gobernador. Pero quién sabe si les alcance para ganarle al aparato morenovallista, también lo sabemos.
Repito una y otra vez lo dicho aquí mismo hace semanas: Hay alarma en el morenovallismo, donde jamás pensaron que su candidata a Gobernador y candidatos a Senadores, Diputados y Alcaldes simplemente no entusiasmaran lo que ellos pensaban. Pero eso hace que entonces afinen mucho más su operación mapachil para retener los más cargos que se puedan. Rebase de gastos de campaña, compra de votos, acarreo de votantes, uso de programas con recursos públicos, guerra sucia a los candidatos de MORENA y un larguísimo etcétera… se practica ya para intentar bajar a los morenos.
Reitero… quién sabe si les alcance esta vez.
Por lo pronto, para Presidencia de la República, creo que todo está consumado.
Nosotros aquí seguimos. Pendientes.