Por Shanik David
Los partidos políticos, los legisladores y el gobierno federal son las instituciones públicas con la mayor percepción de corrupción entre los poblanos, reportó el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) dentro de la Encuesta Nacional de Calidad e Impacto Gubernamental (ENCIG).
En esta medición, la cual se levantó entre los meses de noviembre y diciembre de 2017, se encontró que tres de cada cuatro poblanos mayores de 18 años ven “muy frecuente” la corrupción en la Cámara de Diputados y Senadores (75.5 por ciento) y en los partidos políticos (74.1 por ciento).
En cuanto al gobierno federal, fue el 71.6 por ciento de los poblanos que aseguraron que los actos de corrupción son frecuentes, mientras que el 69.3 afirmó lo mismo de las diferentes corporaciones policíacas.
Estas no son las únicas instituciones en las que se presenta este problema, pues en términos generales el 53.8 por ciento de los encuestados dijo que en Puebla la corrupción en cualquier ámbito de gobierno es muy frecuente, quedando en noveno lugar a nivel nacional con esta percepción, por debajo de la Ciudad de México, el Estado de México, Michoacán, Veracruz, Sinaloa, Morelos, Quintana Roo y Guerrero.
Pese a esto, llama la atención que el número de poblanos que han sufrido actos de corrupción es bajo en comparación del promedio nacional, pues por cada 100 mil habitantes nueve mil 577 ha participado en este tipo de hechos, siendo la segunda tasa más baja del país.
Por otra parte, sólo uno de cada 10 poblanos dijo confiar tanto en los legisladores como en los partidos políticos; también tres de cada cinco aceptaron tener mucha desconfianza del gobierno federal y la mitad de los ciudadanos desconfía de la policía y los ministerios públicos.
En términos generales todas las instituciones sociales tuvieron calificaciones reprobatorias, con excepción de la familia que tuvo un nivel de confianza de 7.7 (en una escala de 10) entre los ciudadanos, seguida por las universidades públicas con 7.4 y las escuelas de nivel básico con 6.1.
En el extremo contrario se encuentran, una vez más, los partidos políticos como los peor evaluados con 2.5, la Cámara de Diputados y Senadores con 2.6, el gobierno federal con 2.7 y la policía con 3.1.