Por Rodolfo Rivera Pacheco
Como ya he platicado aquí mismo desde hace mucho, la democracia mexicana ya no puede ser la misma sin la participación de los millones de mexicanos que viven y trabajan en el exterior, fundamentalmente en Estados Unidos de América.
Allá habitan entre 35 y 40 millones de personas de origen mexicano (nacidos en México o ya descendientes de mexicanos). De ellos, unos 12 o 13 millones son paisanos que trabajan sin documentos. Pero todos son ciudadanos mexicanos con derecho a identidad y voto en nuestro país. Son más que los habitantes de muchos países enteros del mundo, incluidos varios latinoamericanos.
La segunda ciudad con más mexicanos en el mundo no está en la República Mexicana. Después de la Ciudad de México, Los Ángeles, California, tiene unos 5 millones o más de mexicanos.
También ya hemos comentado que las remesas de paisanos son ya la principal fuente de divisas para la muy dañada economía mexicana. Solo el año pasado (2017), los mexicanos en Estados Unidos enviaron más de 27 mil millones de dólares a sus familias. Ni el petróleo ni el turismo dan ya esas cantidades.
Un buen número de los 2,500 Municipios que existen en México subsisten gracias a esas remesas y han evitado un auténtico estallido social por la falta de empleos e ingresos de la mayoría de familias mexicanas.
Los mexicanos se han ido a Estados Unidos no tanto por gusto (sufrir el viaje, las vejaciones, la discriminación y en muchos casos hasta la muerte no se hace por gusto) sino por la necesidad de dar una mejor vida y futuro a sus familias y a ellos mismos. Pero se van enojados, decepcionados de que en su país no pudieron o no les permitieron prosperar.
El pequeño detalle es que esas decenas de millones de mexicanos, que aportan y casi mantienen al país… no podían decidir su destino político electoral. Al menos hasta hace muy poco, cuando después de mucho presionar, se ha comenzado a promover la credencialización del INE para que puedan emitir su voto aún estando en Estados Unidos.
Pero el programa ha tenido bien poco éxito. Tantito porque los paisanos temen que se les ubique dando su datos (aunque sea al INE y no a la autoridad norteamericana) y tantito porque el INE y los partidos en México no han tenido mucho interés en que el programa sea exitoso. Apenas hay unos 40 mil que pueden ya votar con credencial, aunque hay unos 500,000 que ya andan solicitando el trámite. Pero son bien pocos… del resto de 40 millones de mexicanos en USA.
Pero los partidos olvidan que literalmente son millones de posibles votantes… que pueden decidir perfectamente una elección presidencial. Máxime cuando todo indica que la diferencia entre primero y segundo lugar será de menos de 5 puntos porcentuales en los próximos comicios de julio.
Bueno. Pues anduvimos en Nueva York justamente por estos temas.
El Instituto de Estudios Mexicanos Jaime Lucero de la City University of New York y el Instituto Nacional Electoral organizaron un Encuentro entre los líderes y representantes de todos los partidos políticos de México y las muchas Organizaciones de Migrantes que tienen registro en Estados Unidos. Todo el sábado pasado 17 de febrero estuvimos por ahí.
El evento tuvo muy buena acogida por los líderes de migrantes de todo Estados Unidos y todos los representantes de los partidos escucharon los reclamos de los mismos. Ninguno se salvó.
De los partidos destacaron sin duda Fernando Belaunzarán del PRD, Arnulfo Valdivia del PRI y un tanto menos Héctor Vasconcelos de MORENA. Los demás sin pena ni gloria. Creo que aún no les cae el veinte de la importancia de los posibles millones de votos de los paisanos.
Y por parte de los migrantes, pues desde luego la convocatoria de Jaime Lucero fue significativa. No todos coinciden ni mucho menos son un bloque monolítico. Cada quien trae diferentes posturas y hasta añejos rencores. Pero todos coinciden en que ya es hora de ser tomados en cuenta.
El propio Jaime Lucero entregó personalmente a todos los partidos un pliego petitorio por parte de Fuerza Migrante (ya toda una Agrupación Política Nacional) para ser protagonista de los próximos eventos de nuestra democracia.
Se pide, entre muchas otras cosas, el que ya exista una Secretaría o al menos una Coordinación Nacional de Asuntos del Migrante, con sede en Washington, además de solicitar formalmente que se estudie la posibilidad de crear ya una Sexta Circunscripción Electoral Plurinominal para que haya representantes (Diputados, Senadores) de los migrantes en el Congreso de la Unión.
La tarea no será fácil. Se tienen que involucrar a los propios migrantes, un tanto reacios a salir de su necesario anonimato en Estados Unidos. Pero también los partidos deben aceptar que los millones de mexicanos constituyen una poderosa base de votantes que pueden mover los resultados de cualquier elección.
El proceso ya está en marcha. Y seguramente los migrantes tendrán una voz y opinión importante en las próximas elecciones federales y estatales del 1 de julio. Aunque la realidad es que los cambios se tendrán que ir haciendo durante los próximos años.
Mi felicitación y solidaridad con nuestros hermanos migrantes. Desde Puebla tienen quien los sigue y apoya.