Por Alejandro Mondragón
Nada peor que la ingenuidad política es la pendejez electoral.
Y para eso se pintan solos los priistas.
El mismo día que el precandidato José Antonio Meade y el líder nacional del PRI, Enrique Ochoa, negaron oootro pacto secreto con Rafael Moreno Valle, el Panal y Verde Ecologista formalizaron su alianza electoral parcial.
Esto significa ni más ni menos que Puebla no formará parte de los acuerdos con el PRI y que irán con quien mejor les plazca en las elecciones.
Ello implica que se integrarán a la mega coalición en Puebla para favorecer, con el permiso del PRI, los intereses morenovallistas, pero en el país los de José Antonio Meade.
Será muy pendejo el candidato priista que acepte representar al partido, porque de entrada ya valió madre. Quien resulte el abanderado, de una vez habrá que preguntarle cuánto le pagarán por ser el patiño del PRI frente al morenovallismo.
Meade y Ochoa insistieron en que ningún acuerdo habrá con el morenovallismo y tampoco con sus intereses económicos, en una comida con empresarios, a la que acudieron todos los beneficiarios de Moreno Valle. Nada más faltaron El Cachetes, El Toñín, Aduna, Hank y Peñaloza, porque ahí estuvieron Los Alonso, Los Hanan y demás fauna.
Los medios moreovallistas se reacomodan en función de los intereses del candidato presidencial del grupo: José Antonio Meade.
Mientras el concuño del gobernador siga como dirigente del PRI en Puebla, Jorge Estefan, los priistas continuarán con sus putos ridículos.
