Por Alejandro Mondragón
En su rancho Haras del Bosque, Othón Muñoz (Tony Muñoz le decía afectuosamente Rafael Moreno Valle como gobernador) tenía una oficina y en la pared estaban lo que llamaba: sus trofeos.
Lo que “El Cachetes” presumía no era otra cosa más que cientos de fotografías colgadas en las paredes con personajes influyentes de los gobiernos federal, estatal y municipales, así como políticos y empresarios.
Todos quienes acudían a sus fiestas, reuniones y juegos de dominó, aparecían fotografiados, junto a “El Cachetes”.
Siempre que alguien asistía por primera vez, le presumía su foto con los más poderosos. Hoy sólo queda una oficina vacía y en las paredes están las huellas de los cuadros que se llevaron los elementos de la Marina, durante el operativo de detención.
Si la clase política y empresarial iba a verlo era porque eran enviados desde lo más alto de Puebla. ¿La razón? era quien manejaba el cash electoral.
“El Cachetes” tenía, entre otras fotos, una en la que salía junto a sus dos socios: Jorge Aduna, el gallero acusado de descuartizar a jóvenes delincuentes; y Carlos Sánchez, sí, el ex diputado federal, coordinador de los legisladores del PRI en la Cámara de Diputados 2012-2015 y operador de la red de gasolineras de Jorge Estefan Chidiac, líder estatal del PRI.
“El Cachetes”, con sus vínculos también en el PRI, ¿Financió alguna campaña tricolor? ¿Aportaba tanto al Revolucionario Institucional como al PAN?
¿Era el cash sexenal que para todos alcanzaba?
El Cachetes está en la cárcel por posesión de drogas, armas de uso exclusivo del Ejército y ligas con el huachicol.
¿Si sus gasolineras servían para vender el combustible robado en El Triángulo Rojo, qué tipo de sociedad tenía con el operador de Estefan?
¿Por qué nunca indagó el SAT?
Está clara la mano de Estefan también en la red de protección de “El Cachetes”.
Los pactos secretos entre el PRI de Estefan con el morenovallismo. El hilo conductor era “El Cachetes”, quien siempre recibía a todos en su rancho y organizaba fiestas hasta blancas.
En su casa de El Secreto también servía de sede para encuentros de políticos de alto nivel.
Se ha destapado la cloaca. Puebla apesta a huachicol en las esferas del poder que se pudre, pues panistas y priistas aparecen implicados.
¿Quién entregó a “El Cachetes”?
A Jorge Aduna lo sacaron de Puebla para llevarlo a Durango donde fue liberado hace un par de meses y su pista se evaporó, Tony Muñoz, encarcelado y su otro socio, libre: Carlos Sánchez.
Hasta cuándo lo seguirá protegiendo Estefan y su amigo José Antonio Meade, secretario de Hacienda, desde donde se controla el SAT que se utiliza en Puebla para castigar enemigos y proteger aliados.
¿Qué tipo de combustible se vende en las gasolineras de Estefan que maneja Sánchez?
¿Por qué todos tenían que pasar por el visto bueno de “El Cachetes”?
Hasta parecía el auténtico ViceGobernador de Puebla.
Dicen que se la pasa cantando.
Lo que viene será una carnicería. Se prevén detenciones, pues el gobierno de Peña usará esa arma para descarrilar el Frente Ciudadano.