Por Rodolfo Rivera Pacheco
A mi queridísimo amigo Héctor Montiel García, una víctima más
de la brutal inseguridad de Puebla. Solidaridad e indignación.
Ayer tuve el gusto y el honor de ser invitado especial a los festejos del “Día del Migrante” en el bonito Municipio de Piaxtla, Puebla.
La invitación corrió a cargo de mi querido amigo –sí, querido amigo desde hace más de 20 años, cuando en 1995 tuve también el gusto de ser su convidado en una mesa en Nueva York con motivo de los festejos del 5 de mayo y de ahí hasta la fecha- Jaime Lucero, exitoso empresario migrante poblano, Presidente fundador de Casa Puebla en Nueva York y fundador también de “Fuerza Migrante”, entidad que agrupa a decenas de organizaciones de migrantes, Instituciones educativas y de servicios en todo Estados Unidos de América.
Ahí fuimos testigos una vez más de los alcances que Fuerza Migrante tiene y tendrá para alcanzar el objetivo de involucrar formalmente a los millones de paisanos en Estados Unidos en el futuro político de nuestro país.
Nuevamente vimos que, ante dirigentes de Instituto Nacional Electoral, líderes de migrantes, de Instituciones Educativas y miembros de la importante comunidad de poblanos en la región de Nueva York y Nueva Jersey, Lucero y compañía encabezan los esfuerzos para que los paisanos (documentados legalmente o no en USA) puedan obtener sin mayor problema su credencial de elector del INE y puedan votar por quien se les pegue la gana en el vecino país.
Reitero lo dicho aquí mismo hace unas semanas: ¿Se imaginan lo que pueden lograr algunos cientos de miles de votos de paisanos, en una elección presidencial que seguramente se decidirá por uno o dos puntos porcentuales? Solo para recordar: Felipe Calderón ganó en 2006 por poco menos de 250 mil votos…
Los migrantes ya quieren que se les tome en cuenta, cuando los gobiernos y políticos en México solo los han usado históricamente y aprovechan que sus remesas constituyen una válvula de escape a un estallido social en México, pues millones de familias sobreviven gracias a ellas (solo en 2016 los envíos llegaron a casi 27 mil millones de dólares… mucho más que los ingresos por turismo y quizás parecidos a los de las exportaciones petroleras).
Pues los paisanos ya se hartaron. Ahora quieren participar y sin color partidista alguno, simplemente pueden ser el fiel de la balanza en el futuro político electoral de México.
¿Se entiende o no?
Pronto, muchas más noticias de Fuerza Migrante. Sí, desde Nueva York.
COMIENZAN LAS SEÑALES EN EL PRI.
El resultado de la XXII Asamblea del PRI que culminó este fin de semana es la más clara señal de que el candidato tricolor ya tiene nombre y apellido. Se llama José Antonio y se apellida Meade Kuribreña.
Aquí lo esbocé hace unos tres años, cuando un buen amigo de altos niveles –y también buen amigo del susodicho- me lo confió en una sobremesa: “No hay que perder de vista a Pepe Meade”. Yo desconfié de tal revelación, pues argumenté entonces que era un desconocido y que no le veía yo cara alguna de candidato.
La respuesta de mi interlocutor fue un: “No sabes lo que dices… es un grillo de nacimiento y en el ITAM fue de los más inquietos en política estudiantil, además de ser súper austero y con un potencial intelectual envidiable…”
Pues todo indica que mi amigo tenía razón y Pepe Toño Meade será el abanderado presidencial priísta, en la elección más complicada de su historia. No hace falta ser genio para entender que el resultado de la Asamblea tricolor, de ahora ya “permitir” que un “ciudadano o simpatizante” pueda ser candidato a la Presidencia es la señal de que Meade puede y será.
En el PRI tendrá todo el apoyo presidencial (sabemos lo que eso significa). Si Alfredo del Mazo lo tuvo, imagínense el nivel de apoyos para Meade.
Los panistas no lo pueden atacar, pues fue Secretario de Gabinete de Felipe Calderón en dos ocasiones y él fue quien le entregó Hacienda a Luis Videgaray.
Si Margarita Zavala es la candidata blanquiazul no lo puede denostar pues fue funcionario estrella de su marido.
Si Ricardo Anaya es candidato tampoco puede hacerlo por las mismas razones.
Y si Rafael Moreno Valle es candidato… menos lo tocaría, pues son amigos de años y sus padres de ambos han compartido el honor de ser Presidente de la Fundación UNAM. Vaya, imposible. Meade no es Mario Marín.
Creo entonces que siendo Meade el candidato del PRI, sí que habría una alianza soterrada entre el PRIAN para que Andrés Manuel López Obrador no gane la elección.
Finalmente, Meade tendría el apoyo de todo el aparato financiero que maneja la economía de nuestro país desde hace unos treinta años, con el beneplácito de los círculos financieros de Estados Unidos y de su gobierno, por supuesto.
No se hagan bolas. En el PRI ya hay candidato presidencial.
Y también como lo escribimos por aquí hace un par de semanas, en Puebla habrá consecuencias claras.
El hombre más fortalecido con la candidatura de Pepe Meade se llama Charbel Jorge Estefan Chidiac. Senaduría segura ya la tiene y en una de esas quizás hasta la candidatura a Gobierno del Estado.
Otro que transita bien con Meade candidato es Enrique Dóger. Puede ser candidato a Gobernador claramente. Y para la Alcaldía capitalina le alcanza sin problema alguno.
El afectado es Juan Carlos Lastiri. Se le aleja la posibilidad de la candidatura a Gobernador porque su gallo Osorio Chong no llegó a la grande. Pero Lastiri bien puede tener candidatura al Senado. Se la deben.
Vaya, hasta en el PAN morenovallista hay consecuencias con Meade de candidato. Me cuentan que Moreno Valle ya anda pensando en no lanzar a su esposa, pues jamás podría atacar en campaña a su amigo Meade. Crecen las probabilidades de un Plan “B” llamado Luis Banck o hasta un Javier Lozano… y ganar perdiendo.