Por Rodolfo Rivera Pacheco
Como platicábamos en mi colaboración anterior, las candidaturas principales en Puebla de todos los partidos se definirán una vez que se conozcan los candidatos presidenciales de las distintas opciones.
En el PRI ya hemos visto las diferentes alternativas. Ahora veamos qué puede pasar en el PAN y en MORENA. Los demás partidos seguramente irán en alianzas con esas tres grandes corrientes partidistas. Y los candidatos independientes aún no prenden lo suficiente como para ganar una contienda presidencial y creo que el o los que haya terminarán sumándose al mentado “Frente Amplio” que se está gestando, pero que aún no define lo más importante… quién será el candidato. Ahí será la bronca.
Pero vayamos al análisis del PAN.
Todos sabemos que hay tres principales precandidatos presidenciales: Margarita Zavala, Ricardo Anaya y Rafael Moreno Valle, en ese orden de posicionamiento en todas las mediciones demoscópicas. Efectivamente hay tres o cuatro más que han dicho que quieren la candidatura presidencial pero nadie los toma muy en serio y creo que terminarán aceptando una candidatura al Senado o sumándose a alguno de aquellos tres con la promesa de ser parte de su eventual gabinete federal. Ahí coloquemos a Ernesto Ruffo, a Juan Carlos Romero Hicks, a Luis Ernesto Derbez o hasta a los Gobernadores de Guanajuato, Miguel Márquez o de Veracruz, Miguel Angel Yúnes Linares.
Si en el PAN se decidiera por el posicionamiento en encuestas, la candidata indiscutible sería Margarita Zavala. Pero creo que no se optará por esa vía. Creo que Ricardo Anaya promoverá la decisión de que sea la militancia la que vote en un proceso interno o algo parecido, en el que él lleva muy bien el control.
En ese sentido creo que el candidato del PAN sería Ricardo Anaya. Obviamente tendría que negociar antes tanto con Zavala como con Moreno Valle, quienes se indignarán por tal hecho. No creo que Margarita se salga del PAN como ha amenazado, pues ería el fin de su carrera política. Peleará hasta el final, pero si no es candidata presidencial, muy bien puede aceptar una Senaduría y posiciones para su esposo o grupo.
A Moreno Valle le pueden ofrecer lo mismo. Senaduría, quizás liderar el partido para una eventual candidatura en 2024 o posiciones en un eventual gabinete federal. Y creo que también terminaría aceptando, aunque eso significaría que su rencor lo orillara a operar soterradamente para quien sea candidato del PRI y el grupo con el que tiene extraordinarias relaciones, que es el del propio Presidente Enrique Peña Nieto.
Pero en otro escenario más aventurado y quizás remoto –más no imposible- Rafael Moreno Valle puede ser candidato presidencial si logra convencer a Ricardo Anaya con algún cañonazo de billetes y a Zavala con posiciones y promesas. Quién sabe si le creyeran.
Ahora bien, Moreno Valle ha trabajado más la construcción del famoso “Frente Amplio”, que no es otra cosa que una alianza anti PRI y anti Peje. Tiene buenas relaciones (siempre económicas) con los principales dirigentes del PRD y de partidos como el Verde Ecologista o Nueva Alianza.
Vamos, remoto pero puede suceder, Rafael Moreno Valle tiene más posibilidades de ser aceptado como candidato presidencial de esa alianza, que Ricardo Anaya.
Pero por supuesto, también puede ocurrir que el frente amplio sea desechado, que no se pongan de acuerdo en quién será candidato, que Miguel Angel Mancera vaya por el PRD solo y el que quede por el PAN solo. Es la apuesta del PRI, desde luego, para reeditar la pulverización del voto anti PRI del Estado de México. Puede ocurrir.
Total, aún tendremos que esperar varios meses (hasta noviembre quizás) para saber quién será candidato del PAN o si el Frente Amplio lleva un panista, un perredista, un ciudadano o alguien más como abanderado.
Pero regresemos a los escenarios, dependiendo quién fuera candidato del PAN. Reitero, creo que quien más probabilidad tiene hoy es Ricardo Anaya. Aún así veamos cómo influye la candidatura presidencial en Puebla y los aspirantes.
Si Ricardo Anaya es el candidato, creo que negociará con Rafael Moreno Valle para que lo apoye a cambio de que éste ponga candidato a Gobernador y las demás principales candidaturas (Senadores, Diputados Federales y principales Alcaldías). Es el peor escenario para los poblanos, pues Moreno Valle se afianzaría como “Jefe Máximo” del panismo e impondría a su esposa como candidata a Gobernador y a sus más cercanos para Senadurías, Diputaciones y Alcaldías. El caciquismo morenovallista en su apogeo.
Si Rafael Moreno Valle es candidato presidencial obviamente tendría que negociar tanto con Anaya como con Zavala posiciones también en Puebla. Obviamente su esposa no podía ser candidata a Gobernador, aunque lucharía porque alguien de su grupo fuera (¿Luis Banck? ¿Javier Lozano?). En un escenario demasiado remoto permitiría que Eduardo Rivera fuera abanderado a la Gubernatura. Senadurías y Diputaciones algunas para él y otras para los anayistas y alguna para los zavalistas.
En el remoto caso que Margarita Zavala sea la candidata es porque el PAN iría solo, ya que es evidente que el Frente Amplio nunca la aceptaría como tal (demasiados odian a su esposo). En Puebla tendría que darle espacios al morenovallismo para tener la garantía de que luchen a su favor. Quizás sí permitiría que Martha Erika Alonso fuera candidata a Gobernador y muchas otras candidaturas para el morenovallismo.
En resumen: Si Anaya o Zavala son candidato presidencial, en Puebla la candidata a Gobernador más probable es Martha Erika Alonso. Solo en el remoto caso de que salieran de megapleito con Moreno Valle, le impondrían candidato a alguien más, quizás Eduardo Rivera. Con la gran probabilidad de que Moreno Valle operara soterradamente pero a favor del candidato del PRI, para hacer perder a su odiado ex Alcalde capitalino.
Pero si Moreno Valle es candidato presidencial (solo PAN o Frente Amplio) negociaría para que alguien fuera el candidato y no su esposa. ¿Eduardo Rivera? Lo dudo muchísimo, aunque no es imposible.
Como vemos, en el PAN hay varias posibilidades aún. Y cada una de ellas cambia el escenario en Puebla. Quizás hasta diciembre sabremos quién es el candidato (a) a Gobernador.
Y desde luego, quien sea el abanderado del PAN en Puebla no tiene asegurada la victoria. Ya lo hemos dicho, la propia Marta Erika Alonso es muy vulnerable porque la gente odia las dinastías gobernantes, además de que ya un buen sector de la población califica mal tanto al morenovallismo como a sus sucesores en cualquier encuesta.
Finalmente el análisis y probabilidades en MORENA para Puebla.
Aquí es más fácil porque ya hay candidato presidencial. Sí, pero para nada sabemos cuál será la decisión final de Andrés Manuel López Obrador para la candidatura al Gobierno de Puebla. Es un auténtico enigma en qué basará su decisión. Porque no nos hagamos bolas: El único que decide en MORENA es su líder y fundador. Sabemos que aunque las observa, no necesariamente toma decisiones en base a encuestas.
Entonces hay varias posibilidades y escenarios. Todos tienen algún porcentaje de probabilidad. Todos.
Hay varios personajes de los que puede salir el candidato a Gobernador poblano. Destacando: El experredista Luis Miguel Barbosa, el expriísta Alejandro Armenta, el ex Movimiento Ciudadano José Juan Espinosa. Pero también puede ser un académico de prestigio –a AMLO le gustan mucho este tipo de perfiles- y ahí quizás pudiera ser un personaje como el Dr. Enrique Cárdenas, ex Rector de la UDLAP. Creo que el joven Diputado Federal Rodrigo Abdala puede ser impulsado pero para la candidatura a Alcalde de Puebla capital.
¿Alguien más?
Pues agárrense, porque también podría ser valorado el aún panista Eduardo Rivera, quien en un jugada arriesgada pero con altas probabilidades de triunfo, aceptara la candidatura de MORENA para combatir desde ahí a su enemigo Rafael Moreno Valle. Ya ha tenido acercamientos y en la Ciudad de México ha tenido encuentros formales con MORENOS de alto nivel para medirle el agua a los camotes. No lo perdamos de vista, pero esa candidatura sí que sería una bomba.
¿Quién será el candidato de MORENA en Puebla?
Imposible saberlo en estos momentos. Todos tienen alguna posibilidad. Todos tienen pros y contras. Y nadie puede saber en qué pensará AMLO el día que tome la decisión. ¿Afinidad? ¿Lealtad? ¿Posicionamiento en encuestas? ¿Peso mediático? ¿Prestigio personal?
Todo eso y nada al mismo tiempo. Solo lo que pase por la cabeza de López Obrador ese mentado día de la decisión. Y nadie lo objetará, porque en MORENA funcionan como secta fundamentalista y lo que dice su líder se acata y se hace.
Así que no se hagan bolas. No hay decisión aún. No haga caso a quien le dice que tal o cual “ya es el candidato”. Falso. Todos dicen que pueden ser y juran y perjuran que los otros no llegarán. Que porque es corrupto. Que porque es joven aún. Que porque es expriísta. Que porque hay viejos agravios. Que porque es inestable. Que porque la militancia no lo aceptará. Etc., etc., etc.
Eso sí, el candidato presidencial tabasqueño tomará la decisión pronto. En MORENA veremos señales claras de quién será candidato en pocas semanas.
Finalmente y por supuesto, sea quien fuere el candidato en Puebla del PAN, de MORENA o del PRI o independiente o de una alianza… nadie tiene asegurado el triunfo ni la derrota. Hay muchas probabilidades distintas dependiendo de candidatos, acomodos y reacomodos partidistas.
Todo lo iremos analizando poco a poco. Y midiendo, desde luego.
