Por Jesús Manuel Hernández
Para los seguidores del morenovallismo la candidatura está a la vuelta de la esquina, ven en la creación del Frente Amplio Democrático de Alejandra Barrales y Miguel Ángel Mancera, la opción para relanzarlo bajo la experiencia de las elecciones en el Estado de Puebla, máxime cuando esa ha venido siendo su propuesta desde hace meses, aunque las experiencias para una buena parte del PRD en ambos casos han sido nefastas.
Para los promotores de este Frente, como Jesús Ortega Martínez: “En las próximas elecciones podría presentarse un escenario de polarización política entre extremismos que son nocivos al país. ¡Ni el priismo decadente y corrupto ni el populismo conservador le sirven a México!”, ese es su argumento.
Para Ricardo Anaya el anuncio de los perredistas puede también ser benéfico, pues la construcción de las alianzas es la única manera como su partido puede regresar a Los Pinos, aunque en el camino se le atraviesen Margarita Zavala y Rafael Moreno Valle, quienes vienen impulsando una política sin ideologías, una especie de “sociedad líquida”, diría Manlio Fabio Beltrones citando a Zygmunt Bauman quien a su vez fue considerado por Humberto Eco en su libro “Padre satán cuidado: crónica de una sociedad líquida”.
El propio Manlio lo definió así: “Los partidos son como los taxis en ese sistema de las sociedades líquidas. Te subes, le dices a dónde te lleve, te bajas donde quieres, pagando o sin pagar”. Más claro ni el agua, es una tendencia mundial.
Merece la pena recordar que en 1988 Cuauhtémoc Cárdenas creó el Frente Democrático Nacional, sumando a todas las fuerzas políticas cuyo enemigo común era el PRI, de ahí saldría después el PRD.
La lógica dice que después del proceso electoral del Estado de México, ni el PRI, ni el PAN, ni el PRD, tienen la fuera suficiente para enfrentar la campaña de López Obrador, de ahí la puesta en prácticas de frentes y coaliciones, pues el único objetivo es no dejar llegar a MORENA.
Dicho de otra forma, el Frente Amplio Democrático de Barrales, Mancera, “Los Chuchos”, Graco y Juan Zepeda, más que sacar al PRI de Los Pinos, busca en el fondo, mantenerse vigente, ser parte de una coalición contra López Obrador para fracturar a las izquierdas y con ello evitar que el PRD desaparezca, entre otras cosas.
O por lo menos, así me lo parece.
