Por Rodolfo Rivera Pacheco
De regreso ya a la actividad columnista después de otro proceso electoral en el que el BEAP tuvo mucha actividad demoscópica y agradecido a los 4 que a veces me leen por el interés de saber qué anduvimos haciendo y cuáles fueron mis impresiones de los comicios que se verificaron hace una semana.
Sin negar mi deformación de profe universitario, ahí les van las consabidas lecciones del 4 de junio. Perdón por el retraso, pero ahí van para partidos, protagonistas y la misma sociedad.
- Para el PAN, el 4 de junio confirmó lo que ya sabíamos desde hace varios procesos: Solo ya no gana elecciones. Tiene que ir aliado de otros para poder obtener victorias electorales. Desde luego esa lección también es para todos los demás partidos, pero para el PAN fue patético el papel en el Estado de México, donde cayó a un espantoso cuarto lugar en preferencias.
No, la gente ya no confía mayoritariamente en el partido que durante décadas defendió el “bien común”. Ahora lo identifican como un partido más que tiene integrantes corruptos, malos candidatos o que simplemente busca el poder para satisfacer sus propios intereses.
Y aunque haya ganado Nayarit o la mayoría de Municipios en Veracruz, el PAN lo hizo aliado del PRD y otros partidos, pero en todas las encuestas la gente ya opina del blanquiazul conceptos negativos.
- Como dijimos puntualmente varios meses antes y en las últimas columnas, el PAN queda muy dividido para la contienda presidencial de 2018. Ricardo Anaya quiso quedar como el gran ganador (como sí ocurrió en 2016) y colocarse como el candidato presidencial natural, pero la terrible derrota del Estado de México y seguramente de Coahuila (habrá gritos y sombrerazos, pero las autoridades electorales demostrarán que los que ganaron quizás abusaron de sus posiciones gubernamentales, pero simplemente obtuvieron más votos) lo coloca ahora como perdedor y manipulador de su cargo para obtener beneficios personales.
Margarita Zavala ya se le fue a la yugular y ya exige su renuncia y lo califica como mentiroso y abusivo. Quiere ser ella la candidata pero lleva la pesada losa de su marido expresidente.
Rafael Moreno Valle finge demencia y asegura que él sí apoyó al PAN en Estado de México y Coahuila (cuando hay pruebas irrefutables de que apoyó a los priístas en ambos Estados) y se ufana de haber ganado Nayarit gracias a “su operación”, cuando lo que provocó ahí la victoria del PAN y su alianza fue el brutal desprestigio del PRI.
Se van a dar hasta por debajo de la lengua. Sigo creyendo que el candidato panista será Ricardo Anaya pues controla todo el aparato partidista. Aunque en una guerra intestina puede llegar a ser Margarita Zavala. Y sigo pensando que Moreno Valle no será candidato presidencial y se atrincherará –si se lo permite el CEN- en Puebla para imponer como candidata a su esposa (lo que puede ser su gran pecado de exceso y ahora sí ser su Waterloo, ya lo veremos).
- Aunque el PRI logra ganar el Estado de México y quizás hasta Coahuila, lo hace apenas por dos o tres puntos. La gente lo rechaza y lo califica como el peor partido… pero no está muerto aún. Como en pasados procesos electorales, todavía da pelea y quizás en alianza con otros y fragmentando lo más posible el voto anti PRI, pueda dar pelea en la presidencial y en otros Estados del país. Si MORENA se pelea con los otros partidos de izquierda (fundamentalmente el PRD) y si el PAN no va en alianza con PRD u otros… el PRI puede llegar a dar sorpresas en 2018. Desde luego dos terceras partes de la población protestarían y va a ser muy complicado que logre gobernabilidad si llegara a ganar la presidencial, que aunque a muchos moleste sigue siendo una probabilidad. Antes tiene que haber un gran acuerdo interpartidista por lograr gobiernos de coalición y/o segundas vueltas electorales. El país ya NO aguantará un conflicto post electoral nacional en 2018.
Pero en Estados como Puebla, donde empieza a haber una gran desilusión por los gobiernos panistas del morenovallismo, con buenos candidatos en cada Municipio o Distrito, con buenas campañas opositoras y no paleras de Moreno Valle, el PRI podría revertir las derrotas de 2010, 2013 y 2016. En 2015 el PRI demostró que haciendo buenas campañas sí pueden ganarle Distritos al morenovallismo. Quién sabe si esta vez quieran… o los dejen.
- MORENA o mejor dicho Andrés Manuel López Obrador debería entender que ni MORENA gana elecciones solo en este país. Quiso experimentar hasta dónde podía llegar en el Estado de México lanzando a una candidata mediocre y sin carisma alguno. Llegó lejos… pero no ganó. Por supuesto AMLO sabe que ganó mucho en posicionamiento (quizás eso era lo que quería) y ahora puede hacer campaña presidencial un largo año denunciando el terrible fraude del Estado de México, sin que nadie le diga absolutamente nada.
Pero el gran problema para López Obrador es que queda demostrado que si no va en alianza con otros partidos de izquierda en 2018… puede perder la presidencia que ya acariciaba. Si el tabasqueño deja a un lado la soberbia que lo caracteriza y logra una gran alianza con el PRD más Movimiento Ciudadano y quizás alguno más (el PT ya lo tiene)… gana la presidencia sin problema alguno. El enigma es saber si logrará vencer esa soberbia que impide que hoy esté celebrando su primera gubernatura.
Por supuesto, hay una tercera parte del electorado nacional que vota y votará por López Obrador así haya videos de él violando niños. Sus partidarios son ya fundamentalistas. Pero tienen que aceptar que hay otras dos terceras partes del electorado (salgan a votar o no) que NO lo quieren y que solamente si se fragmenta el voto anti Peje éste podrá vencer a una posible gran alianza de partidos y/o candidatos que impedirán a toda costa que gane.
¿Vencerá a la soberbia esta ocasión? Quién sabe.
- El PRD sigue vivo también por el buen papel que hizo en el Estado de México el candidato Juan Zepeda. No gana nada por sí solo, pero puede ser el partido bisagra que haga ganar a MORENA o al PAN, dependiendo a quién venda caro su amor.
El problema del PRD se llaman sus tribus. Mientras que los Chuchos ya tienen pactada una alianza con el PAN y/o con Rafael Moreno Valle, las otras tribus (fundamentalmente ADN de Héctor Bautista, quien lanzó a Zepeda) quieren negociar con MORENA. Además ya viene el grupo de Miguel Angel Mancera que quiere ser candidato presidencial y ya opera en varios Estados además de la Ciudad de México.
¿Qué tribu ganará? Quién sabe, pero los Chuchos ya NO controlan al PRD. Si se unen ADN de Bautista, IDN de Bejarano y Padierna, algunos de los Galileos y quizás los Manceros, muy bien pueden negociar con MORENA y dejarle la Presidencia y ellos quedarse con la Ciudad de México.
¿Voy bien o me regreso?
- Todos los demás partidos buscarán aliarse al mejor postor. PT ya irá con MORENA. Hay que ver si hará lo propio MC. El PVEM trae buen trato con el PRI de Peña, pero en cualquier momento lo traiciona y el Niño Verde ya busca nuevas alianzas… quizás con el PAN. Nueva Alianza es hoy de Peña, pero también puede buscar nuevos horizontes, como ya lo ha hecho en Puebla yendo con el PAN. Cualquier cosa podemos esperar de ellos. El PES puede ir con quien mejor le llegue al precio, está más que visto.
- ¿Independientes? Muy verdes aún para la Presidencia. Quizás ganen Alcaldías, Diputaciones o hasta Senadurías en algún Estado, pero no la Presidencia. No hay nadie con prestigio nacional que lo logre. Y Carlos Slim tiene cosas mucho más importantes qué hacer, que ser Presidente de México. Jamás aceptará ser candidato.
- Finalmente, la sociedad mexicana también tiene una enorme responsabilidad con todo lo que está sucediendo en esta transición democrática mexicana que no termina de cuajar. A la mitad de la población, simplemente, no le interesa la política ni las elecciones si no es para quejarse o descalificarlas, pero no para ir a votar, carajo.
Con participaciones electorales de 50% o menos (en la mayoría de los casos), la gente no se puede quejar de quién los gobierna y cómo.
Hay apatía y desilusión. Pero si no sale a votar la gente, esto no va a cambiar nunca. ¡Seguirán ganando candidatos con el 30% del 50% que salió a votar!
¿Eso es lo que queremos?
Eso es lo que tenemos.