Por Jesús Manuel Hernández
Las autoridades han perdido credibilidad por la corrupción y la impunidad, causas del crecimiento del crimen organizado. La sentencia la pronunció el gobernador Antonio Gali el pasado viernes, tan sólo un día después del hallazgo de tres fiscales de investigación asesinados en Puebla y arrojados en Veracruz.
En consecuencia, el presidente municipal de Atzintzintla ha sido detenido junto a otras 86 personas involucradas, según se cree, en la complicidad entre huachicoleros y autoridades poblanas.
Las palabras de Gali no hacen menos que recordar que el sexenio pasado fueron detenidos por complicidad en estos temas el director y jefe del Grupo de Operaciones Especiales de la Policía Estatal Preventiva de Puebla, Marco Antonio Estrada López y Tomás Méndez Lozano, respectivamente, en una operación que alcanzó al Secretario de Seguridad, Facundo Rosas, quien hubo de renunciar. Lo que no pudo el caso de Chalchihuapan y la Ley Bala, lo consiguió el robo de combustible.
Han sido asesinados presidentes municipales y regidores y han sido detenidos elementos policíacos de varios municipios identificados con el crimen organizado.
Ciertamente Gali puso el dedo en un tema que alude al sexenio pasado, pues los funcionarios son herencia del gobierno que se fue, “pero no se ha ido”.
Esto recuerda la escena que vivieron algunos al inicio del nuevo gobierno cuando se tomó la decisión de transparentar algunos asuntos que involucraban al ex inquilino de Casa Puebla.
Los nuevos funcionarios recibieron la visita de un diputado federal casi en desuso, quien prohibió que cualquier información que fuera alusiva a la persona del exgobernador pudiera aparecer en el tema de transparencia.
Los funcionarios le dijeron al legislador “01 está a tanto y lo aprobó”. El diputado acotó el comentario con un “aquí no hay más 01 que Moreno Valle” y la charla se dio por terminada.
Horas después hubo cambio de funcionarios que no alcanzaron a cobrar la primera quincena.
El tema alude por tanto a lo señalado por 01Gali ante empresarios de la comunicación, “las autoridades han perdido credibilidad por la corrupción y la impunidad”, un asunto que seguramente no habrá gustado a los oídos del otro 01, de Rafa.
O por lo menos así me lo parece.
