Por Shanik David
Los trabajos de modernización de museos y espacios históricos del Centro Histórico han implicado poner por delante la rentabilidad de estos inmuebles por encima de su valor cultural, lamentó Rosalva Loreto.
La historiadora, quien formó parte del Comité Defensor del Patrimonio Histórico y Cultural de Puebla, explicó que obras como la intervención del museo de la Casa del Alfeñique, en el cual se instaló una cafetería de la cadena Pancito Tun tún, alteran la dinámica del primer cuadro de la ciudad.
Esto, explicó, pues se cambian los usos de suelo de manera prácticamente arbitraria sólo para favorecer los intereses personales, sin importar que los que salen afectados son los poblanos en general pues se dejan sin opciones culturales.
“Se está fragmentando el tejido social y cultural de la ciudad porque cambian los usos de suelo y se pierden espacios culturales que ya estaban consolidados (..) no hay alternativas de cultura para las personas que cotidianamente están en el Centro” puntualizó.
Refirió que el tema va más allá de la instalación de un restaurante de comida rápida, sino que se debe ver todo el proceso que llevó a esto, es decir analizar quién dio los permisos para la obra y el cambio de uso de suelo.
“Lo están haciendo con desapego total, sólo buscan hacer obras e inaugurar, importa dar una cara de modernidad o de contemporaneidad extrema alterando los valores y espacios del tejido social y cultural”, insistió la especialista.
Esto va más allá de la sola intervención de los museos, sino que abarca los proyectos de construcción de hoteles y estacionamientos casi de manera impune, pues a pesar de que estos deberían ser supervisados por el Instituto Nacional de Antropología e Historia pareciera que éste está ausente, añadió.
Lo que se busca, continuó, es generar una mayor rentabilidad de los espacios culturales, afectando tanto cuestiones volumétricas, culturales, de uso de suelo y hasta apreciación histórica.
