27-04-2024 12:31:02 PM

Abandonados afectados por la tormenta Earl

Por Shanik David

Han pasado poco más de dos meses desde el paso de la tormenta Earl en la Sierra Norte de Puebla, que dejó cerca de 40 personas fallecidas, cientas de viviendas afectadas y devastación en diferentes municipios de la región por el desgajamiento de cerros.

Sin embargo, aunque durante los primeros días se dio un desfile de funcionarios estatales y federales en la zona, en particular en el municipio de Huauchinango, a la fecha los apoyos que se había prometido para los habitantes siguen sin llegar, comentó Lorenzo Antonio Dolores, habitante de la junta auxiliar de Cuacuila.

De manera puntual acusó que los gobiernos estatal, federal y municipal “han incumplido con dar soluciones a los problemas que surgieron a partir del fenómeno” lo cual, dijo, pone en evidencia el poco interés que tienen en la atención de los pueblos indígenas.

Esto pues aunque se prometieron inversiones multimillonarias para la reconstrucción de caminos y de viviendas en la actualidad las juntas auxiliares de la región siguen abandonadas, sin que ni el alcalde Gabriel Alvarado Lorenzo tome cartas en el asunto.

Acusó que los funcionarios que fueron a recorrer la zona durante los primeros días de la contingencia “sólo fueron a sacarse la foto para los medios y las redes sociales, pero nada más”, pues desde entonces no han vuelto a voltear a ver a los afectados.

“Para las autoridades todos estos problemas no son prioridad” subrayó molesto el poblador, al señalar que los caminos de la zona siguen intransitables, además de que hay muchas viviendas que no pueden ser habitadas por el riesgo de un nuevo deslave por los escurrimientos de agua que son continuos.

Ante esta problemática, y a nombre de los afectados de la región, Antonio Dolores lanzó un enérgico llamado a las autoridades para que a la brevedad se rehabiliten los caminos de la zona que siguen dañados, se refuercen los muros de contención en puntos clave como la clínica del IMSS en Cuacuila, se reubiquien a las 10 familias de la comunidad de Papatlatla cuyas viviendas fueron destruidas, y que se construya un sistema pluvial eficiente para evitar futuros desgajamientos.

Además, pidió que se cancelen todos los permisos para los llamados proyectos de muerte en la zona, pues estos han ocasionado el debilitamiento de los cerros que han derivado en los deslaves y afectaciones a las comunidades.

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