Por Shanik David
El paquete de iniciativas de reformas legislativas que envió el gobierno del estado para responder a las recomendaciones de la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) no cubrieron todo lo que planteó el organismo federal, pues se dejaron fuera aspectos relacionados directamente con la violencia familiar y los delitos sexuales.
De manera puntual, en la propuesta enviada por el ejecutivo se omitieron las propuestas en relación a la modificación a la Ley de Prevención, Atención y Sanción de la Violencia Familiar para el Estado de Puebla para homologar los criterios que contempla en cuanto al concepto de violencia familiar y atención a víctimas con estándares internacionales, así como la necesidad de la creación del reglamento de la Ley para Prevenir y Erradicar los Delitos de Trata y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de estos Delitos.
En cuestiones concretas, no se prevé la la eliminación de la negativa del registro de nacimiento de hijas e hijos de mujeres casadas si la descendencia no es del matrimonio, ni la petición que hizo la Conavim de subir a 16 la edad mínima para considerar que una persona es víctima de estupro, ni la tipificación del abuso sexual de menores de edad.
Pese a esto, la diputada Lizeth Sánchez, presidente de la Comisión de la Familia en el Congreso Estatal mostró una postura positiva, pues dijo que aunque estos preceptos no se incluyen en la propuesta original, en el trabajo que se hará en comisiones se podrán incluir estos faltantes.
Es más, dejó entrever que el debate de esta reforma se podría abrir incluso a la sociedad civil, lo cual se definirá hasta mediados de mes cuando el Congreso regrese de su período de vacaciones y cuando se entrará de lleno al análisis de las iniciativas.
La representante del Partido del Trabajo refirió además que para este estudio no sólo se debe tomar en cuenta lo que pidió la Conavim en el pliego de 11 recomendaciones que debe cumplir la autoridad estatal si quiere evitar la alerta de género en la entidad, sino que también se tiene que analizar de fondo qué es lo que necesita la población para hacer estas reformas.