Por: Juan Manuel Mecinas
El gobierno de Rafael Moreno Valle no fue criticado en la campaña electoral de forma que el PRI aprovechara las debilidades del gobierno panista.
El PRI tendrá que buscar respuestas y responsables de las siguientes omisiones (que son ilustrativas, mas no exhaustivas):
1. Los marinistas duermen tranquilos. Si el gobierno de Mario Marín fue tan corrupto como Moreno Valle afirma y como Gali insistió hasta la saciedad, nunca cuestionaron por qué no hubo castigo (penal y administrativo) para los marinistas. Todos los peces gordos del sexenio anterior duermen tranquilos. El PRI debió plantear un escenario: o no eran tan corruptos como decían -con lo cual se limpiaban un poco la cara- o el gobierno panista es incapaz de aplicar la ley. Para el ciudadano, la lectura puede ser otra: hubo un pacto de impunidad entre Marín y Moreno Valle. Esto último no lo podía alegar la candidata priista, pero sí podía exigir que los panistas se dejaran de discursos y dieran un resultado.
2. Chalchihuapan y la burla pública. No es cosa de lucrar con el asesinato de un niño. No se trata de rasgarse las vestiduras por una ley que los priistas también aprobaron. Lo que nunca plantearon fue la burla del gobierno morenovallista al cumplir la recomendación de la Comisión Nacional de Derechos Humanos. El gobernador y su equipo se quivocaron en todo el proceso conocido como caso Chalchihuapan, pero, en ese proceso, el PRI sólo se centró en resaltar la aprobación de la ley bala. Justo la ley que ellos mismos habían aprobado. De las pifias posteriores (peritaje, testigos, cumplimiento de la recomendación de la CNDH) ni se enteraron.
3. La pobreza en la parte que le corresponde. Sólo de manera tibia, durante el debate entre candidatos, Ana Teresa Aranda sacó a relucir el costo de las obras del candidato del PAN. El PRI, por su parte, nunca hizo una campaña que contrastara el gasto en combate a la pobreza con los puentes de Gali. Mencionarlo de forma esporádica no cuenta. En una campaña se debe fijar como mensaje, no comentar como chisme de café. El gasto en combate a la pobreza es minúsculo frente a las obras de concreto hidráulico. El PRI nunca lo expuso de manera clara.
4. El gasto en medios. Tampoco hubo una campaña que descalificara a los medios morenovallistas. Debieron insistir en que Moreno Valle gastó carretadas en promoverse a nivel nacional y en controlar a los medios estatales. No era cosa de poner sobre la mesa que había medios que solo lo alababan, sino que la relación entre esos medios y el gobierno panista es oscura. Tampoco denunciaron ni han denunciado la ilegalidad del tri-pack. No sólo juridicamente, sino como elemento que demuestra un gen autoritario. Llamar al gobernador dictadorzuelo no basta. Algunos ejemplos valían la pena. Sólo ellos saben la razón de su silencio o de su complicidad.
