Por: Status
El dirigente nacional del Partido de la Revolución Democrática (PRD), Agustín Basave Benítez, y el coordinador de los senadores perredistas, Miguel Barbosa Huerta, reprobaron la agresión que padeció ayer la candidata al gobierno del estado de Puebla, Roxana Luna, así como miembros de su equipo de campaña.
A estos dos líderes se sumaron otros representantes nacionales y estatales del partido, así como diversos personajes de la opinión pública, quienes demandaron garantías de seguridad e imparcialidad en el proceso electoral que se vive en el estado.
Tanto Basave Benítez como Barbosa Huerta calificaron el hecho como una clara intimidación a nuestra aspirante a gobernadora, pues no existió ni justificación ni argumentos válidos para haber amagado a la candidata y a integrantes de su comitiva.
El clima de inseguridad que se vive en Puebla, debido entre otras causas al mal gobierno de Rafael Moreno Valle, no debe ser motivo para que las fuerzas de seguridad amedrenten, amenacen o den malos tratos a los ciudadanos. Pero el hecho es aún más preocupante por los visos de represión e intereses política que tuvo el citado suceso.
La presidencia nacional del partido, así como nuestros representantes legislativos estarán al pendiente del desarrollo que siga el proceso electoral en curso, y no permitiremos ninguna nueva agresión contra la candidata y su equipo de campaña.
Al tiempo, nos reservamos el derecho de presentar las denuncias correspondientes en las instancias oficiales que deben conocer del asunto, a fin de evitar mayores incidentes al respecto.
Lo ocurrido no debe ser banalizado, pues se trató de claras violaciones a la Constitución, además de que pasarlas por alto implicaría que continuaran los abusos por parte de autoridades policiacas que se han distinguido por su falta de respeto a los Derechos Humanos.
La candidata ha manifestado que más allá de su seguridad y del clima de inseguridad que se manifiesta con sucesos como el ocurrido, es de lamentar que cualquier ciudadano sufra este tipo de atropellos por parte de servidores públicos; quienes se distinguen más por su prepotencia que por generar verdadera confianza y seguridad entre la población.
El gobierno debe deslindarse del atropello, ofrecer una disculpa pública a nuestra candidata, y sancionar a esos malos elementos policiacos que pretextando la seguridad encañonan a ciudadanos indefensos, violando con ellos garantías individuales.
