Por Alejandro Mondragón
Primera semana de campaña. Es la candidata del PRD, Roxana Luna Porquillo, la única que sabe qué quiere y va por el mercado electoral del antimorenovallismo.
Barre lo mismo Casa Aguayo que el Edificio de Finanzas; se mete a los mercados populares; se sube al Metrobús; y acude con organizaciones sociales marginadas, despedidos y empresarios excluidos del sexenio.
El CEN del PRD y la nomenclatura del sol azteca le dieron todo su respaldo y preparan un proyecto de largo plazo, mientras operadores morenovallistas y galistas en el escándalo de Panamá.
Roxana construye un opción alejada del acarreo, metida a las redes sociales y, sobre todo, capaz de recuperar el voto de la izquierda ante un pasivo abanderado de Morena: Abraham Quiroz.
Ya soltó dardos al gobernador, al candidato Gali y hasta a Blanca Alcalá por su ausencia en Chalchihuapan. Camina en una ruta diferente, lejos del confort electoral.
Antonio Gali y Blanca Alcalá está enfrascados en una disputa por demostrar quién acarrea más seguidores a sus mítines. Asisten a las mismas estaciones de radio y televisión y la misma retórica predomina en sus mensajes.
Alcalá bien podría ser la abandera de Moreno Valle y Tony Gali, el candidato de Peña Nieto. No hay diferencias de fondo, sólo matices.
Gali insiste en clonarse políticamente con Moreno Valle. Los operadores del mandatario incendian, atacan, asaltan, asolan y dinamitan redes sociales con mentiras contra Alcalá, Roxana y Anatere, mientras Tony ofrece pactos de civilidad.
La priista Alcalá se ha cansado hasta la saciedad de demostrar que su candidatura no ha sido negociada con nadie, pero oportunidades como la presentación de su proyecto de Visión de Estado fue descafeinada.
Mucho lugar común, frase hecha y superficialidad, como si Puebla no padeciera de la LeyBala, las FotoMultas, los filas para la verificación, registro civil, pago de agua potable, retenes en cada entrada y salida de la ciudad.
Alcalá sería lo mismo que Gali si ganara: no pasaría nada. Se mantendría el status quo. El establishment morenovallista quedaría intacto.
Los gritos y sombrerazos forman parte de la filigrana electoral. Los ataques son rasguños. Los medios que sirven a uno, están a disposición de la otra.
El delegado del CEN del PAN, Marcelo García Almaguer, presume tener el control editorial en el diario Cambio, Periódico Central, Contraparte, Tribuna, Pueblaonline, La Tropical Caliente, Ultradigital, 24 horas, Radio Oro, Cinco Radio, Televisa y TVAzteca y hasta ese boletín llamado Sexenio.
Sin embargo, queda siempre esa versión que al final, todos podrán matarse, pero los concuños seguirán de socios en sus negocios.
Es la primera semana de campaña.
Viene ya la segunda, la del ataque y combate en medios y redes. Se redefinen lealtades y se acopia información para la guerra sucia del debate.