Por Shanik David
Las diferencias de opiniones en torno a las posibles alianzas del Partido de la Revolución Democrática con Acción Nacional en diferentes estados para las elecciones a gobernador han puesto la vida interna del Sol Azteca en la mira pública.
Esto, pues mientras que la noche del lunes Agustín Basave presentó una carta en la cual renunciaba como presidente del Comité Ejecutivo Nacional del partido, al concretarse las coaliciones en Veracruz y Oaxaca cambió de opinión.
Incluso, el consejo del partido conformó una mesa especial de trabajo para que Agustín Basave dialogue de manera personal con Ricardo Anaya, dirigente del PAN para definir, exclusivamente, el caso de la alianza en Puebla, la cual sigue siendo uno de los temas más álgidos de la discusión.
Las confrontaciones no se concentran sólo en la cúpula nacional del partido, sino que en el caso de Puebla el bloque morenovallista al interior del PRD también ha tomado cartas en el asunto.
Carlos Martínez Amador, coordinador de la bancada perredista en el Congreso local, dio a conocer que el lunes, previo a la reunión del consejo nacional, una comitiva de poblanos tuvo un encuentro breve con Basave en el cual le entregaron un oficio justificando la alianza con el PAN en el estado e incluso limpiando la imagen del gobierno estatal.
A decir del también secretario general del partido, el documento iba firmado por 120 consejeros estatales, 25 presidentes municipales, tres diputados y nueve secretarios del Comité Directivo Estatal.
Sin embargo, dicho documento carece de legitimidad, según informó Socorro Quezada Tiempo, presidenta del Comité Directivo Estatal, pues aseguró que incluso, en el caso de los presidentes municipales éstos fueron citados en Casa Aguayo para obligarlos a firmar, lo cual evidencia las anomalías de dicha petición.
La también diputada local acusó de manera directa que el grupo de Martínez Amador son infiltrados morenovallistas en el partido, y que lo único que están haciendo es defender los intereses del gobierno en un debate que compete sólo al partido.
Incluso, Quezada Tiempo ironizó que, aunque en septiembre se cambiaron los estatutos del partido a nivel nacional para que el tema de las alianzas no fuera responsabilidad de las dirigencias estatales, los más afectados fueron los mismos que impusieron esta reforma -la corriente Nueva Izquierda- pues los dirigentes nacionales mantienen su rechazo a este tipo de colaciones.
En este sentido, fue enfática al decir que lo que suceda de ahora en adelante con el tema de la alianza “ya no es responsabilidad de este Comité Directivo”.
Por otra parte, Quezada Tiempo refirió que la acción que tomó Basave de presentar su renuncia se debió a una cuestión de las presiones que sufre por diferentes grupos, tanto internos como externos al partido, para definir el tema de la alianza.
“Lamento mucho que el presidente nacional sea sujeto de presiones, creo que está muy presionado y esta es una salida, como presidente en Puebla entiendo a Basave, la situación en la que se encuentra (…) son las presiones que todo mundo tiene cuando estas en la presidencia de un partido”, reflexionó la perredista.