Por Shanik David
A menos de tres meses de que José Antonio Gali Fayad deje la presidencia municipal de Puebla para buscar la minigubernatura, todavía no hay claridad en quién podría ser el suplente del edil, e incluso desde la Comuna el tema se mantiene de manera reservada.
Luego de que este miércoles se publicó en la columna de Al Portador que el sustituto del alcalde capitalino sería el actual secretario de Desarrollo Social del gabinete morenovallista, se le cuestionó al respecto al secretario del ayuntamiento, Mario Riestra Piña, quien incluso se molestó ante el cuestionamiento.
De manera tajante, el funcionario espetó que en la administración municipal “no hacemos caso a especulaciones”, por lo que no daría comentarios al respecto.
Lo único que refirió es que existe un procedimiento establecido en la ley, el cual se cumplirá una vez que se den los supuestos que la norma marca.
Refirió además que “hay un suplente”, Gerardo Maldonado Balvanera, quien fue compañero de formula de Gali Fayad en la contienda electoral de 2013, y que él sería el primero en la lista.
Dependerá completamente de la decisión que tome en su momento el también exdirigente de Acción Nacional si acepta o no el cargo si se buscaría a alguien más para ocupar la alcaldía.
Hay que recordar que en agosto pasado los diputados locales aprobaron una reforma a la Ley Orgánica Municipal, en la cual se autorizó que los presidentes municipales podrían pedir licencia por un período hasta de 90 días sin afectar su posición, con lo cual se abrió la posibilidad de que Gali Fayad deje el cargo y regrese después del proceso electoral.
Sin embargo, ante el anuncio que hizo el edil capitalino hace unas semanas en relación a que pedirá licencia definitiva del cargo, se podría aplicar otro de los supuestos que marca la reforma, que establece que ante la ausencia del alcalde, y en caso de que su suplente no asuma el cargo, el Congreso del estado designaría al nuevo presidente municipal.
De esta manera, a decir de Riestra Piña, dependerá de Gerardo Maldonado si toma o no el cargo, y si deja la designación en manos del legislativo.
