Por Alejandro Mondragón
En Los Pinos todavía no existe una definición sobre la candidatura del PRI a la minigubernatura en el 2016.
Sin embargo, el presidente Enrique Peña Nieto no oculta su satisfacción.
La presume: por vez primera el PRI tiene dos candidatos (un hombre y una mujer) competitivos para recuperar Puebla.
“¡Con los dos ganamos!”, comentó recientemente el mandatario federal en una reunión con el gran capital.
Un empresario no se quedó con las ganas y le comentó que lo sentía alejado de Puebla y los intereses del PRI.
Peña Nieto dijo que está, más que nadie, muy pendiente de lo que pasa en la entidad, más ahora que está convencido que el partido tiene dos cartas competitivas para recuperar el estado. “Lo haremos”.
En Los Pinos se ha insistido en varios momentos que una cosa son las relaciones institucionales entre La Presidencia y los gobernadores del país.
Hay respaldos, recursos y, sobre todo, colaboración en aquellos estados donde se consolida la obra federal que al final eso repercute en el ánimo ciudadano, como pasó en las intermedias del 2015, comicios donde el PRI y sus aliados ganaron la mayoría legislativa.
A ningún mandatario, sobre todo de la oposición, se le relega del trato preferente de secretarios a los estados.
Pero otra cosa es el tema electoral. Ese asunto es responsabilidad el partido y la estructura tricolor.
A los empresarios les quedó claro que el presidente Peña Nieto no sólo cree, sino que está seguro que puede recuperar Puebla en el 2016, ya sea con la senadora Blanca Alcalá o el exdiputado federal, Enrique Doger.
¡Qué tal!
El 2016 no será un día de campo.
Será la lucha por el poder, eso sí, con sonrisas, besitos y apapachos institucionales.