Por Alejandro Mondragón
Aunque Mendoza Blanco y Asociados trabaja con el candidato Tony Gali y le brinda buenos números para el 2016, la otra encuestadora del grupo morenovallista, Parametría, ha venido presentando una tendencia negativa para el proyecto.
Esto ha obligado al gobernador Rafael Moreno Valle a provocar en el imaginario colectivo que lleva una candidatura paralela para dispersar ataques, redefinir controles y apretar lealtades.
No es el Plan B, no. A la par del abanderado oficial caminaría la señora.
Sigue la exposición mediática a favor de Tony Gali, pero al góber le dicen sus encuestas que su esposa Martha Érika Alonso puede repuntar más.
Los estudios de opinión indican que ella tiene ligeramente más confianza y menos desconfianza que Gali. Sin embargo, este dato es ficticio.
A Alonso no se le mide como actora política, sino como ciudadana. El góber tampoco se percata que en la boleta electoral del 2016 aparecerá él, a través del alcalde poblano o su esposa.
La percepción de la continuidad, en política, es sinónimo de reelección.
Existe un daño estructural ante la sociedad por meterse con su bolsillo y traerlos con la bota en el yugo.
Eso es lo que no ve, pero nadie de su círculo se lo dice y mucho menos contradicen, porque temen perder sus privilegios. Ellos andan en su plan C, del que ya le platicaré en detalle.
En el PAN cada vez se desmorona la moral interna. Las familias custodias andan agazapadas, agachadas, pero cobrarán factura en las urnas. Los panistas que responden al poder dejarán de hacerlo cuando ya no lo haya. Simple.
No prende la campaña de la planilla única que preside Jesús Giles, entre la base panista. Acuden a las reuniones los simpatizantes con trabajo en el gobierno del estado, ayuntamiento o la BUAP y alguno que otro beneficiario, pero si tuviera oposición seguro perdería.
Es una receta para el desastre.
Exponer a Alonso como carta política envía señal encontrada en lo interno, pues meses atrás Moreno Valle había resuelto y aclarado a los suyos que su proyecto sucesorio era único: Tony Gali.
El alcalde con razón se puede sentir engañado, pues pareciera que él acumuló golpes mediáticos para proteger a la reina del ajedrez del góber.
A diferencia del 2010, el escenario es peor para el 2016, porque antes las redes sociales no jugaban el papel que hoy tienen y la información viajaba más lento. Hoy, se vivirán ataques políticos en tiempo real.
El gobernador se distrajo tanto que perdió de vista su evaluación ciudadana. Después de un arranque espectacular, el bono democrático se sobregiró.
La gente no perdona. Su imagen nacional es de un político de los sesenta. No levanta en las encuestas del poder. Sus enemigos ya se dieron cuenta de ello.
El 2016 será la guerra de la mierda más mierda.
Siguieron la línea del dinero.
