Por: Valentín Varillas
Corría la segunda mitad del 2010.
Fresca, fresquísima estaba aún aquella espectacular e histórica victoria que por primera vez perfilaba a un gobierno estatal emanado de un partido diferente al otrora poderoso PRI.
Manlio Fabio y Moreno Valle coincidieron en un evento político que se celebró en la ciudad de México.
Con la confianza que da el compartir el ADN priista y haberse formado en aquella peculiar manera de hacer política, tan característica del tricolor, el entonces senador Beltrones se acercó al gobernador electo poblano para abogar por su “amigo del alma”, Ricardo Henaine.
En campaña y durante el proceso de entrega-recepción de poderes, Moreno Valle había adelantado que no escatimaría esfuerzos para recuperar los terrenos de Valle Fantástico, en su óptica donados irregularmente al empresario.
El sonorense intentaba mediar para llegar a un acuerdo que evitara la persecución oficial de la que Henaine sería víctima los próximos 5 años.
En respuesta, Manlio Fabio recibió una sonora, clara y por demás contundente negativa, que de verdad lo tomó por sorpresa.
El futuro mandatario estatal le dejó bien claro que ese era un tema que resolvería él mismo, a través de una estrategia muy clara y perfectamente definida y que nada ni nadie lo haría cambiar de opinión.
Un par de meses pasaron.
Dentro del equipo de transición de Moreno Valle, Antonio Gali recibió la encomienda de operar el tema Valle Fantástico.
Antes de romper definitivamente con Henaine se intentó llegar a un acuerdo que evitaría los largos y costosos procesos legales.
Aprovechando un par de días de asueto, Gali y Ricardo quedaron de cenar a uno de los restaurantes más famosos de Acapulco.
Una semana antes, el gobernador electo había hecho llegar la última opción para llegar a un acuerdo: la entrega de 7.5 hectáreas de terreno en la zona de Angelópolis, con un uso de suelo mixto, a cambio de Valle Fantástico.
La reunión en Acapulco sería la definitiva para optar por el enfrentamiento o la negociación.
Gali llegó puntual a la cita y se llevó una enorme sorpresa al ver que en una de las mesas del lugar se encontraba Manlio Fabio Beltrones y que su interlocutor no llegaba todavía.
La situación no le daba confianza.
Conociendo la cercana relación de Beltrones con Henaine y consciente del enorme colmillo de ambos, la posibilidad de ser víctima de un “cuatro” era latente.
Institucional, el hoy alcalde llamó de inmediato a Moreno Valle quien la ordenó que abandonara de inmediato el lugar.
Lo anterior, fue entendido por el nuevo grupo político hegemónico como un rompimiento de facto de las negociaciones y actuaron en consecuencia.
En su discurso de toma de protesta, el ya gobernador institucional del estado de Puebla le declaró la guerra a Ricardo y desde el primer día de su gobierno dinamitó sus intereses en el estado.
Además de Valle Fantástico, terminó su participación accionaria en el Aeropuerto de Puebla a través de la disolución de la sociedad que lo operaba y fue “liquidado” como socio del equipo de fútbol a través de un inusual, insólito y sorpresivo fortalecimiento de Jesús López Chargoy, quien apenas pocos meses antes tenía apenas un 5 por ciento del total de las acciones del club.
