Por Shanik David
A poco más de tres meses de que el gobierno del estado inició el despido masivo de trabajadores sindicalizados, el movimiento que se había fraguado cuando se originó por esta acción se ha debilitado, según denunció uno de los despedidos.
El exburócrata explicó que si bien al inicio muchos de los despedidos acudían a las reuniones, con el paso del tiempo la participación se fue reduciendo, al grado que hoy el movimiento es casi inexistente.
Esto, añadió, se debe a diferentes razones, pues a algunos en el sindicato les informaron que podrían ser reinstalados, aunque estos son sólo una parte muy pequeña de los despedidos, además para poder lograr esto deberían renunciar a sus prestaciones.
Otros, como es el caso del declarante, han sido amenazados para que “se calmen” o podrían sufrir represalias ellos o su familia.
El extrabajador detalló que desde un inicio en las oficinas del mismo sindicato le dijeron que ya lo tenían identificado como parte del movimiento de burócratas, lo cual retrasaría todo apoyo que pudiera solicitar, esto a menos de que dejara la lucha y se doblegara.
Con el paso del tiempo, estas amenazas lograron su cometido, y muchos de los burócratas optaron por continuar con las demandas que habían presentado meses atrás, así como los amparos que presentaron de manera colectiva, aunque estos también siguen sin dar resultados claros.
Incluso, comentó que un problema que se presentó fue la apatía de parte de muchos de sus compañeros despedidos, pues al ver que no se resolvía su situación de manera rápida, fueron separándose del movimiento, conformándose con las liquidaciones mínimas que les daban las autoridades a pesar de que no correspondían a los años que tenían de trabajo.
Cabe recordar que de abril a la fecha, la administración estatal ha despedido a cerca de mil 500 trabajadores de diferentes áreas bajo el argumento de no contar con recursos para el pago de los salarios y prestaciones.
