Por Alejandro Mondragón
¿Hasta dónde están dispuestos a llegar el PRI y sus candidatos poblanos para arrebatar la minigubernatura a Rafael Moreno Valle?
¿Pura pose para negociar el senado o la gubernatura del 2018?
¿Temerán que exhiban los apoyos sexenales otorgados a cada uno de los priistas, en plena campaña por la mini?
Y es que en realidad será candidato en 2016 aquel o aquella aspirante del PRI capaz de colocar en la boleta electoral del imaginario colectivo al gobernador Rafael Moreno Valle.
El contendiente será Antonio Gali Fayad, pero el adversario real: Moreno Valle.
El gobernador aplicó esa fórmula y ganó: López Zavala era la reelección de Mario Marín. “Quieren otros seis años al góber precioso, voten por el chiapaneco”, fue la apuesta morenovallista.
En Sonora, la priista Claudia Pavlovich se llevó la elección porque siempre puso al mandatario Guillermo Padrés como su real enemigo y a Javier Gándara como una extensión de sus excesos.
En Querétaro, el panista Pacho Domínguez disputó el poder al gobernador actual, José Calzada.
En Nuevo León, El Bronco llevó al banquillo de los acusados a Rodrigo Medina e hizo a un lado a Ivonne Álvarez.
En Puebla, si el PRI quiere realmente recuperar la gubernatura deberá irremediablemente de meter a Moreno Valle en la boleta electoral.
Ahora, quién de los priistas poblanos está dispuesto a hacerlo. Es decir, enfrentar a Moreno Valle y no a Tony Gali en la lucha por la gubernatura en 2016.
Es decir, convertir en bandera de campaña el fastidio social por la Foto Multa, la concesión del agua potable, el monopolio de los verificentros, los beneficiarios económicos del sexenio, la persecución contra activistas y las obras morenovallistas.
Lo demás formará parte de la picaresca de la campaña.
¿Se atreverá la senadora Blanca Alcalá a exhibir los excesos y comportamiento del poder?
¿Enrique Doger competirá contra las acciones de gobierno de Moreno Valle o se quedará en el chusco comentario contra Tony Gali?
¿Javier López Zavala se podrá deslindar del hoy gobernador como ya lo hizo del ex mandatario Mario Marín?
Menciono a estos tres como los perfiles más viables para ser candidatos del PRI. Los demás, seamos serios, no representan ni un dígito en posicionamiento político, todos juntos.
Hasta ahora, la línea discursiva de los priistas hacia Moreno Valle es muy melosa. Se le evita mencionar directamente, jamás se le acusa de nada y, sobre todo, le temen.
Ahí está el caso de los jefes policiacos implicados en robo de combustible de ductos de Pemex, desmantelamiento de pipas, protección a casinos clandestinos y trata de mujeres. La crítica más fuerte quedó en Facundo Rosas, ¿verdad señor Doger? ¿Y Alcalá o el joven Zavala?, bien gracias.
Moreno Valle jamás se arrugó ante Mario Marín.
Si los priistas creen que el objetivo electoral es Tony Gali, pues de una vez que empiecen a destapar la botella de champagne en Casa Puebla.
Quien rompa el discurso consecuente del PRI desde que Moreno Valle es gobernador será el candidato/a.
Aspirante priista que meta en la boleta electoral al mandatario poblano para polarizar la campaña tendrá grandes posibilidades de ganar.
Lo demás, neta, son payasadas de una elección negociada por Peña Nieto y el góber.
