Por: Shanik David
A más de seis meses desde que los integrantes del Frente Estudiantil por una Educación para Todos fueron desalojados de manera violenta de un plantón que tenían en el zócalo de la ciudad de Puebla, no hay avance en las investigaciones de los hechos.
Esto lo comentó uno de los integrantes del frente, quien detalló que aunque se presentó una denuncia ante la Procuraduría General de Justicia, no se han tenido reportes concretos sobre las indagatorias hechas.
Además, denunció que las mismas autoridades “se echan la bolita”, pues unos le echan la culpa al ayuntamiento, otros al gobierno del estado, y otros más a las autoridades universitarias, sin que haya algún tipo de acción concreta a la fecha.
A esto se suma que los ocho jóvenes que fueron agredidos e incluso secuestrados por supuestos “grupos de choque”, como lo han argumentado las autoridades, todavía presentan secuelas por el ataque que sufrieron.
Algunos todavía tienen pesadillas relacionadas con la agresión física y psicológica que sufrieron, en tanto que otro de los estudiantes todavía tiene dañada una mano, la cual le fue fracturada durante el ataque y que no le curaron de manera correcta en el Hospital Universitario.
Sin embargo, pese a las denuncias, los hechos de intimidación hacia los miembros del movimiento, quienes luchan por la apertura de más espacios para los jóvenes de nuevo ingreso y la ampliación de la matrícula en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, continúa.
Por ejemplo, describieron que cuando tienen asambleas o actividades llegan porros de la universidad, quienes les toman fotografías e incluso les dicen que “ya los tienen ubicados”, con lo cual intentan atemorizar a los adolescentes que forman parte del Frente.
También denunciaron que el viernes pasado fueron agredidos por trabajadoras del servicio de limpia, mejor conocidas como “naranjitas”, quienes les echaron agua mientras realizaban una acción pacífica en el zócalo.
Por otra parte, el joven universitario, quien evitó dar su nombre por miedo a represalias, comentó que si bien han tenido reuniones con las autoridades universitarias para plantear algunas de las propuestas que tienen, éstas son ignoradas por los representantes de la rectoría.
“Se ponen en su plan de que no nos van a resolver nada, que somos intransigentes y no creo que se logre nada”, lamentó el estudiante.
Añadió que el lanzamiento del programa “Ser Poblano es Ser Universitario” que anunció el gobernador la semana pasada se trata de una medida meramente política, pues no sólo con quitar los exámenes de admisión se soluciona el problema del ingreso a la educación superior.
Esto incluso es contraproducente pues esto ocasionará un sobrecupo en las escuelas, y no se podrá tener un buen sistema educativo, apuntó.
Como ejemplo de esto señaló que en los tecnológicos del gobierno del estado hay cupo para unos 8 mil estudiantes, y que hasta el momento se tienen reporte de al menos 18 mil jóvenes que fueron rechazados de la BUAP.
Por este motivo una de las principales exigencias del FEET es que se aproveche la infraestructura que tiene la universidad para aumentar la capacidad de recepción de estudiantes.