Líderes políticos y sociales, así como los principales agentes económicos acuden a Don Huepa, pues saben perfectamente que Leoncio Paisano es un cero a la izquierda.
Pero ahora en una alianza económica, Huepa hace grupo con el ex alcalde de Cuautlancingo, Filomeno Sarmiento, un auténtico pájaro de cuenta y real poder tras el trono.
Sarmiento decide la obra pública, los permisos y hasta los operativos de extorsión policiaca en Forjadores.
Y es que el alcalde panista Félix Casiano, quien le dice patrón a Filomeno, anda metido en su magna obra: su residencia millonaria que contrasta con la miseria del pueblo.
La obra 2015 ya la repartió Sarmiento, dice sin rubor el edil Casiano. Todos del PAN.
Acostumbrado a realizar sesiones de Cabildo donde lo que prolifera es la bebida favorita de Casiano: el pulque, los regidores afines suelen terminar siempre a los madrazos.
Lo grave es que mientras Sarmiento reparte del botín de Cuautlancingo a Huepa para conseguir la aprobación de sus cuentas públicas, Casiano saquea el erario.
Una partida estatal por 9 millones de pesos para iniciar la construcción del colector pluvial, urgente ante las inundaciones, terminó en el bolsillo familiar.
El director de Obra permitió que el proyecto fuera entregado a una empresa que pertenece a la cuñada de Casiano, pero lejos de resolver el problema lo agravó, pues lo que ya existía fue destruido.
Con dinero municipal, Casiano ordenó el mejoramiento del parque recreativo Ameyal, nada más que ya lo acondicionó para que en el verano cobren la entrada y el uso de las albercas para continuar con la magna obra de su casa.
Así gobierna el PAN en esta región con el cacicazgo de Don Huepa y las corruptelas panistas en San Andrés y Cuautlancingo.
¿Y la Auditoría del Estado?, bien gracias.
¡Qué descaro!