La secretísima reunión entre el edil y la abanderada tricolor se llevó a cabo en total hermetismo y en ella se tocaron dos puntos centrales:
El primero planteaba el virtual abandono de la contienda por parte de la priista, quien oficialmente no declinaría, pero que empezaría a manejar en su discurso mensajes velados de apoyo a “opciones políticas diferentes” y endurecería todavía más las críticas en contra del candidato del PAN, Miguel Ángel Huepa.
El segundo, el más importante, se centraba en poner a disposición de los intereses electorales de José Juan a los principales operadores y movilizadores priistas en el distrito.
Estos serían coordinados por personal del ayuntamiento de San Pedro y por presidentes auxiliares de ese municipio, que tienen ya una tarea específica en la estrategia de obtención de votos para Movimiento Ciudadano.
Testigos aseguran que, a cambio de lo anterior, el JJ puso una atractiva oferta sobre la mesa, tan atractiva que estuvo a punto de hacer caer en la tentación a la candidata, que al final pecó de institucional y decidió consultar lo anterior con su dirigencia.
La respuesta fue una negativa rotunda, contundente.
Si bien en el corto plazo una alianza coyuntural en lo político podría parecer conveniente a simple vista para un partido como el PRI, la naturaleza traicionera del munícipe cholulteca fue un factor de peso importantísimo en el quiebre del acuerdo.
El inminente giro ideológico -otro más- de Espinosa Torres a Morena dinamitó una negociación que podría fortalecer a un potencial enemigo del PRI en la búsqueda de escaños en el Senado de la República para el 2018.
La desesperada búsqueda de apoyos por parte de José Juan tiene que ver con la preocupación real de que Arriaga no pueda siquiera ganar en el municipio de San Pedro, lo cual sería demoledor para su futuro político.
El “JJ” sabe que es virtualmente imposible ganar el distrito, pero lo más importante para él es que en el territorio que gobierna Movimiento Ciudadano obtenga una clara victoria.
En su lógica, un resultado favorable sería una especie de referéndum positivo a su gestión y le daría “fortaleza” ante el inminente proceso de destitución que el Congreso del Estado iniciará contra él inmediatamente después de terminado el proceso electoral.
Además, bajo su óptica, esto reforzaría al frente opositor al gobierno estatal que recientemente creó junto con Ana Teresa Aranda, Jorge Méndez y Miguel Ángel Mantilla.
Sin embargo, el panorama no se ve bien.
A pesar del descarado desvío de recursos materiales y humanos a favor de MC, los mítines naranjas y la palabrería optimista, en el imaginario colectivo de los cholultecas pesa más el recuerdo de Ricardo Cadena y su cobarde asesinato por no dejarse extorsionar por la élite policíaca de San Pedro.
Élite, que, sobra decirlo, fue nombrada y responde únicamente a los intereses del alcalde.
