Más claro ni el agua, en nuestro País como se ha insistido en este espacio, las cosas están verdaderamente dramáticas, y si a esto, le agregamos la ignorancia de la mayoría de los mandos policiales en nuestros municipios, mandos que no conocen nuestra entidad, y lo peor, mandos que ni siquiera sabían que los camotes eran dulces típicos de nuestra Puebla y pensaban que solo el alimento que siempre han tragado.
Acusaciones de todo y para todos, acusaciones de todos tamaños y sabores, sin embargo, no hacen acusaciones a quienes de verdad deberían hacerlas, que si en San Andrés hubo abuso de “Los Policías municipales”, los problemas de San Pedro ocasionados por un Subdirector aprobado en Control y Confianza, los abusos de un mando de tránsito en el municipio de Puebla Capital que tratando de cubrir un ilícito saca a su hijo de la Secretaría y su Secretario y Presidente se lo permiten, y si esto, y si lo otro, y si, y si, y si.
Tantos ¿y si? Y ningún razonamiento de lo que nos pasa y de lo que estamos permitiendo.
En San Andrés, por el exceso de un solo elemento, tratan de crucificar a toda una corporación, pero nadie hace nada realmente a fondo por investigar y castigar la muerte de un menor de edad acusado de Grafitear algún lugar en el municipio de San Pedro y por eso, al final de la Noche, se llevó un impacto de bala en la nuca.
¿Pretextos, razonamientos, explicaciones?, nada podrá hacer entender ni justificar la innecesaria muerte del menor, ¿quien le permitió andar armado a esta persona, quienes supuestamente lo adiestraron, quien fue el o la responsable de que sus exámenes de control y confianza y que además, estos fueran aceptables?, y lo peor, a raíz de esto, ¿cómo estarán sus subordinados?, ¿qué les ha enseñando y en que los dirige, se encuentran seguras las personas en su municipio?.
¿Están adecuadamente trabajando los elementos de la policía en San Pedro Cholula?, y de ahí pasamos a los excesos de un mando en el Municipio de Puebla Capital, al tratar de tapar un delito en su hijo, soltándolo de la acción de justicia, cuando es precisamente el mando quien debe poner el ejemplo, y esto, bajo los ojos de Óscar Santizo, al igual que ha hecho en las irregularidades de su Jefe de Policía, y a fin de arroparlo, da de baja a diestra y siniestra a elementos valiosos con toda una vida en el servicio a la ciudadanía a fin de colocar a sus amigos, cómplices y socios, dejando sin protección a nuestra Ciudad.
Como no va a ser esto posible si la propia Directora Jurídica firma como abogada sin serlo, amén de haber estado en la parte de contraloría.
Estas acciones sirven para que quieran justificar un mando único a todas luces fuera de la ley, mismo mando que el tal Santizo ya se hacía a la cabeza, estas acciones traen desconcierto a una policía que hasta hace unos años era unida, si con defectos y rarezas, pero con un afán de servicio y de protección de la comunidad, que bien se puede ver en el análisis, en la experiencia, en las estadísticas, jamás habíamos estado peor que hoy, jamás había existido tanta indiferencia en la ciudadanía, jamás había existido tanta desunión en los compañeros.
¿Que si los ha habido corruptos?, ¡claro¡ en ésta y muchas actividades, pero al que se equivoque, que se le sancione, no son la mayoría ni es una regla en todos, son más los que aman, los que amamos esto de la llamada “cuestión policial”, que los que se integran de la nada a posiciones altas sin tener idea de lo que hacen.
Y al final de todo, solo se responsabiliza al elemento, al policía del diario, al que siempre estuvo con usted, conmigo, con nosotros y perdemos el foco que son esos mandos falsos, funcionarios que nunca supieron de la Seguridad Pública otra cosa que organizar sus millonarias licitaciones que a nadie han beneficiado y que a muchos han hecho ricos, nunca como hoy ha habido inversión tan grande en la seguridad, pero tampoco nunca como hoy se había escapado de control la delincuencia.
Volteen las caras a quienes han cambiado drásticamente su forma de vida, por que los policías y sus familias, siguen viviendo igual, muchos en cinturones de miseria, otros, sin oportunidad de que sus hijos estudien una verdadera profesión, sin poder crecer, sin tener un verdadero plan de vida, una verdadera meta y una posibilidad que al final se tenga una justa pensión.
No son ustedes…son los mandos…