La violencia podría ser la tónica de la contienda. Decidió cortar por lo sano, sobre todo cuando se enteró que los agüeristas estaban detrás de la campaña de Trauwitz. El estilo de Damián Hernández, su coordinador.
Lo peor es que el video donde quedan exhibidos los candidatos nunca salió del bunker de Víctor Manuel Giorgana como inicialmente se señaló, sino de panistas ligados al líder estatal del PAN, Rafael Micalco.
2.- El video se viralizó en redes sociales. Fue el recorrido que realizó la candidata a diputada por el onceavo distrito, Angélica Ramírez, en la Ruta de la 11 norte/sur. Estalló la bomba.
Y es que durante semanas se trató de cuidar jurídicamente con el tema de las requisiciones de concesiones, las detenciones de líderes de transportistas y, sobre todo, la acción de desmantelar el pulpo camionero en Puebla.
La aspirante a diputada Ramírez, con toda la candidez, puso en riesgo mucho de lo que se había avanzado. Politizaba la acción de gobierno y le dio el matiz electorero que se trataba de evitar con la decisión de brindar el servicio gratis.
Cuentan que el gobernador dijo ¡basta!
La campaña carecía de orden, disciplina y no había una cabeza con la que los diversos grupos pudieran negociar.
Hasta el Panal pensó que era más que el PAN y el morenovallismo.
Por eso, decidió regresar a Puebla a su operador Eukid Castañón, como lo adelantó la semana pasada el columnista Arturo Rueda en el diario Cambio.
Y el morenovallismo como la humedad: se infiltró por las paredes y techos de las estructuras del PAN, PRI, PRD, Panal, PT y Movimiento Ciudadano.
Ya se metió hasta el último poro partidista en Puebla.
En esta elección, al morenovallismo lo único que le hace falta es competencia electoral.
Dinero, operación para desactivar la movilización territorial e inteligencia para escuchar, le sobran.
También está claro que ganar más distritos en Puebla es un asunto que tiene que ver más con Gustavo Madero que con Peña Nieto.