En el último año, el Instituto Nacional de Migración ha recibido 450 quejas por agresiones a personas que cruzan el país de manera ilegal; esto da a razón de una denuncia cada 19 horas en promedio.
Sin embargo, para el titular del organismo federal, Ardelio Vargas Fosado, el número no representa algo grave, ya que sólo se ha emitido una recomendación de parte de la Comisión Nacional de Derechos Humanos por este tipo de quejas.
Reconoció que desde su llegada al frente del instituto en enero de 2013 el número de operativos y captura de migrantes se han incrementado, aunque dijo que esto no se trata de “detenciones” si no de “rescates”.
Puntualmente comentó que anteriormente se “rescataban” a 87 mil migrantes al año, y que al cierre de 2014 se contabilizaron 127 mil.
“Se trata de ordenar la migración, que no haya anarquía”, explicó de manera tajante el también exsecretario de Seguridad Pública de Puebla, al referir que lo que ha hecho es intentar poner orden en la forma en la que ingresan los migrantes.
“La migración es como la puerta de tu casa, tu dices quién va a entrar, cómo va a entrar y las condiciones para que entre, no sólo porque yo tenga que ir a la casa de junto voy a pasar por tu casas como yo quiera”, reflexionó el funcionario federal.
Sin embargo se mostró molesto ante los cuestionamientos hechos en relación a las quejas presentadas por la operación del programa de la Frontera Sur, el cual defendió como un modelo de desarrollo social en los 25 municipios del extremo sur del país.
Incluso adelantó que desde el INM se buscará acercamientos con los gobiernos de Guatelama, Honduras, El Salvador y Nicaragua, para que desde estos lugares se atiendan los orígenes de la migración y se pueda acabar con este problema.
