Por primera vez en el sexenio de Rafael Moreno Valle, y en un hecho indédito desde 2009, cuando los festejos del 5 de Mayo tuvieron que cancelarse por el brote de influenza A H1N1, el presidente de la república no estuvo presente en las actividades conmemorativas de la Batalla de Puebla.
Aunque una de las actividades centrales de esta fecha es la toma de protesta de los soldados del servicio militar, la cual ha realizado casi por costumbre el titular del ejecutivo en turno en la ciudad de Puebla, en esta ocasión se transmitió desde Campo Marte, en la Ciudad de México, desde donde se transmitieron las palabras del presidente Enrique Peña Nieto.
La ausencia del Ejecutivo federal fue justificada por el delegado de la Secretaría de Gobernación en Puebla, Noé Rodríguez Roldán, por una cuestión de agenda, aunque dijo que sí es un tema que tienen que analizar las autoridades.
Sin querer hacer mayores comentarios al respecto, el representante del gobierno federal en la entidad simplemente refirió que esto no se trató de un asunto político.
En representación de Peña Nieto estuvo presente el secretario de Educación Pública federal, Emilio Chuayffet Chemor, quien acompañó al gobernador Moreno Valle durante la toma de protesta, la guardia de honor en el mausoleo a Ignacio Zaragoza y en el presidium de honor durante el desfile conmemorativo.
Sin embargo, ni el mandatario poblano ni el secretario federal emitieron algún discurso durante la ceremonia, aunque luego se justificó que esto se debió a la veda electoral que está en curso, y que no se quisieron emitir palabras que pudieran ser tomadas con fines políticos.
Mientras se desarrollaba el desfile, destacó que en algunos puntos donde se encontraban los ciudadanos en espera al paso del contingente, se repartieron sombrillas con los colores y logotipo de Acción Nacional, así como artículos promocionales de otros partidos políticos.
Por otra parte, aunque se tenía proyectada una movilización por parte de los trabajadores despedidos del gobierno del estado, esta se desarticuló ante la ausencia del presidente Enrique Peña Nieto, y simplemente se repartieron volantes entre los asistentes al desfile en los cuales se lanzaba un llamado al gobernador del estado para que fueran reinstalados los más de 500 burócratas despedidos.
