La concesión del servicio de agua potable de la ciudad de Puebla, que llevó a la privatización del líquido en la capital y partes de la zona metropolitana, sirvió como una prueba piloto para reproducir este esquema a nivel nacional, aseguró Eloisa Vivanco, secretaria de organización del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) en Puebla.
En el marco de la discusión de la Ley General de Aguas, que estaba programada para ser aprobada en el pleno del Senado este martes, pero cuya presentación fue cancelada ante la serie de críticas y protestas que generó la iniciativa, representantes de diferentes organizaciones sociales realizaron una manifestación en el zócalo para exigir que esta nueva norma no sea avalada.
Vivanco recordó que fue en septiembre de 2013 cuando se aprobó la reforma a la ley local que permitió que empresas privadas tomaran el poder en el manejo del agua potable, el establecimiento de tarifas y cobro del mismo, sin que se haya dado la oportunidad a los ciudadanos de opinar al respecto.
Acusó que “de tener diputados responsables” esta medida se hubiera podido detener a tiempo, pero que por el contrario la medida se aprobó en fast track, dejando este servicio en manos de Monex y del empresario Hank Rohn, según señaló la ciudadana.
Ahora, agregó, se busca hacer lo mismo a nivel nacional, por lo que de manera simultanea en diferentes zonas del país se realizaron movilizaciones parecidas para exigir a los legisladores federales la cancelación de la nueva Ley General de Aguas, la cual contempla una alza en las tarifas del servicio en todo el país.
Para detener esta antesala a la privatización del agua en todo el país, las organizaciones sociales recurrirán a amparos e incluso a instancias internacionales como la propia Organización de las Naciones Unidas (ONU) para que intervengan en el tema, adelantó Eloisa Vivanco.
