07-05-2024 12:35:59 AM

Denuncian agresiones sexuales a joven desalojada del zócalo

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Aunque la mayoría de los estudiantes que fueron agredidos por un grupo de más de 30 personas encapuchadas y armadas con tubos y palos, y raptados por espacio de dos horas, fueron dados de alta la madrugada del lunes del Hospital Universitario, dos de ellos requirieron un periodo más largo de atención y observación por presentar traumatismo craneoencefálico. A la par, integrantes del Colectivo Universitario por la Educación Popular (CUEP) denunciaron que también se registró una agresión sexual, sin llegar a la violación, de una de las jóvenes raptadas.

En tanto diputados, y organismos no gubernamentales que trabajan el tema de los derechos humanos condenaron la agresión en contra de los estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP). A la par, la Comisión Estatal de los Derechos Humanos (CEDH) informó que fueron notificados vía telefónica de lo sucedido la madrugada del domingo, y que aunque intentaron localizar en las instalaciones de seguridad a los jóvenes raptados por los golpistas, no fue hasta mediodía cuando se entrevistaron con los compañeros de los jóvenes.

desalojo10La tocaron e intentaron arrancarle la ropa

En entrevista, una de las integrantes del CUEP informó que una de las jóvenes que fue raptada la madrugada del domingo tras el violento desalojo de la plancha del zócalo sufrió una agresión sexual a mano de sus captores, los mismos que de acuerdo con las denuncias de Fidel Sánchez, estudiante de la facultad de Economía quién también formó parte del grupo de los ocho raptados, despojaron a los estudiantes varones de sus pantalones y los amenazaron con violarlos.

La chica que fue agredida sexualmente, según contó la joven entrevistada que pidió la reserva de su nombre, fue tocada sexualmente e incluso se intentó en algún momento arrancarle la ropa, pero que tras un forcejeo y la resistencia de la joven la agresión no llegó más allá de eso.

A la par, explicó de uno de los estudiantes apodado “el tío”, seguía bajo observación en el hospital para evitar cualquier complicación por los golpes que recibió en la cabeza.

Fue un atentado contra los estudiantes

En tanto y en rueda de prensa, Israel Sampedro, integrante de la Red por los la Defensa de los Derechos Humanos (RDDH) sostuvo que lejos de ser un acto vandálico o una riña entre estudiantes, como lo calificó el gobierno de Antonio Gali Fayad, se trató de una acción calculada y ventajosa para dañar a los integrantes del CUEP que estaba en huelga de hambre para exigir espacios académicos para ofrecer cursos gratuitos.

“Es importante precisar que más que actos vandálicos fue un acto premeditado, alevoso, ventajoso, el horario mismo, la forma en cómo fue detallado el operativo pues no podemos hablar de un desalojo como tal, sino de un atentado contra de los muchachos. Y que después de Ayotzinapa se ha incrementado muchísimo la represión a los movimientos populares, y específicamente más hacia el movimiento estudiantil”.

Y calificaron de “peligroso” que personajes como Facundo Rosas Rosas, que cargan a sus espaldas con señalamientos previos de represión y de responsabilidad en la violación de los derechos humanos en contra de estudiantes de la normal rural de Ayotzinapa, estén el frente de la seguridad pública en el estado.

En tanto, el Nodo de Derechos Humanos, otra organización que trabaja en la defensa de las garantías individuales planteó vía un comunicado lo siguiente:

“La brutal agresión del domingo 8 de febrero en contra de integrantes del Colectivo Universitario por la Educación Popular (Cuep) que se encontraban en la acampada del Zócalo de la Ciudad simplemente para impartir cursos de preparación para el examen de admisión de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) refleja un aumento en la brutalidad policíaca en Puebla, no sólo por la intensidad de los golpes y la gravedad de las lesiones que sufrieron los estudiantes, la agudización de la violencia se ve en un conjunto de elementos estratégicos que hacen que el desalojo y la agresión se asemejen más a una acción violenta de un comando del crimen organizado que a un operativo de seguridad, es decir que la policía cada vez tiende a actuar más como un grupo de sicarios que como una fuerza de seguridad”.

Y agregaron:

“Es alarmante que la policía poblana en lugar de mantener la seguridad del Zócalo permitiera que un numeroso grupo de choque armado con varillas, machetes y tubos pudiera golpear impunemente a quienes se encontraban en el Zócalo de manera pacífica. Es terrible que frente al palacio de gobierno de Puebla el grupo de choque pudiera secuestrar a ocho jóvenes, torturarlos para después dejarlos en las afueras de la ciudad. Es trágico que lo ocurrido con los 43 estudiantes de Ayotzinapa se utilice como ejemplo para generar terror en los jóvenes, para torturarlos. No es sorprendente, pero sí muy preocupante, que el gobierno Municipal de Antonio Gali y el estatal de Rafael Moreno Valle no sólo no haya impedido la agresión (si es que no la ordenaron), sino que en lugar de condenar los hechos de violencia contra los estudiantes e iniciar una ágil investigación de los hechos mantengan un silencio sepulcral.  Es triste que la BUAP no apoye las acciones de estudiantes que trabajan voluntariamente para apoyar a otros jóvenes que buscan tener una formación universitaria y se limite a emitir un comunicado ambiguo ante la agresión a sus alumnos”.

Piden diputados una investigación

Por su parte el presidente de la comisión de Derechos Humanos en el Congreso local, el priísta Sergio Salomón Céspedes condenó la agresión que sufrieron la madrugada del domingo estudiantes de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, y exigió una investigación de las autoridades municipales para deslindar responsabilidades sobre el señalamiento de que policías que estaban presentes no actuaron a pesar de que les pidió auxilio.

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