Por una parte su dependencia de las exportaciones, basada en el sector automotriz; y por otra está la seria contracción en el consumo interno, llevó a que desde finales de 2012 la economía presentara un considerable freno en su crecimiento hasta llegar a la recesión desde mediados de 2013 hasta mediados de 2014.
En la segunda mitad 2014 de forma muy lenta empezó a revertirse dicha situación, no fue sino hasta septiembre que la actividad industrial –concretamente- reportó número negros, aunque la actividad comercial y de servicios no logra acelerar su crecimiento.
En la media en que los mercados externos se recuperen en la misma medida en la misma medida lo hará la industria, principalmente la automotriz de la que depende Puebla.
Para este 2015 se estima que la economía local tendrá un saldo positivo, pero aún lejano de los resultados de hace tres o cuatro años, y en 2016 estará sujeta a la actividad de la industria automotriz con la operación de Audi y, posiblemente de la inversión que concrete Volkswagen. Así que una vez más podrá decirse que la economía local está entre las de mayor crecimiento, aunque sea sólo por una industria.
Lo que ha faltado en Puebla en los últimos tres años es inversión privada, aunque se hayan registrado algunas inversiones nacionales o extranjeras en ese lapsono han sido suficientes para sostener, al menos, la economía local.
Y es que la obra pública sólo genera un beneficio económico temporal, esto es utiliza mano de obra y propicia derrama económica en el tiempo que tarda en construirse una carretera o un inmueble.
Esta situación se refleja de forma clara en el nivel de empleo y en la calidad del mismo. Es decir, la oferta de nuevas plazas no responde mínimamente a la demanda, y la poca generación de empleo es en su gran mayoría para eventuales con salarios que apenas si llegan a 2.5 veces el salario mínimo.
De tal forma que el consumo es muy limitado, sólo se cubren las necesidades básicas de las familias y con poca inversión en bienes duraderos.
Aun con los resultados negativos de la economía poblana en el último año, ésta se encuentra entre las diez primeras del país, sin que ello implique necesariamente un beneficio para los seis millones de poblanos.
Pero también dependerá de qué tan atractivo sea el mercado nacional para que el resto de la industria que acá opera pueda sostener e incrementar su actividad productiva, no sólo para mantener los puestos de trabajo sino también para invertir, sobre todo en capital fijo.
Es por ello que debe trabajarse más con otros sectores industriales, que sean proveedores del automotriz o de otros sectores. Diversificar la industria aunque esté vinculada con la ensambladora de autos, entonces sí podría conseguirse una mayor y mejor inversión para ampliar la oferta de empleo, la calidad de éste y, en consecuencia evitar en lo posible serios altibajos en la economía poblana como se ha registrado en esta última década.
Ingenieros tienen nuevo presidente
A partir de este mes el Colegio de Ingeniero de Puebla es presidido por Ricardo Alberto Olea Ayala, de acuerdo a la elección realizada durante asamblea a finales de enero. A la toma de protesta del vigésimo cuarto Consejo Directivo del Cicepac asistió el dirigente nacional de la Federación de Colegio de Ingenieros en el país José Luis Brenes Moreno.