Y lo peor: filtró entre sus incondicionales la condicionante de que del pago del “cover” dependería la recontratación de quienes laboran por “Obra y Tiempo Determinado”.
Para juntar el dinero y hacer llegar las amenazas, fueron utilizados Jefes de Oficina y de Departamento.
Así, con ese nivel de cinismo.
Por si fuera poco, quienes por miedo respondieron a la convocatoria aseguran que la calidad y tipo de alimentos y bebidas que ahí se sirvieron no justificaban siquiera la mitad del dinero pagado.
Menudo negocio.
Aún así, en los primeros días de este 2015 fueron despedidos 30 trabajadores que pagaron la “voluntaria” cuota y aguantaron los caprichos del abusivo jefe.
De estas y otras irregularidades cometidas por Escalera González tienen pleno conocimiento las autoridades del Instituto, en Puebla y a nivel central.
El pasado 22 de diciembre, los afectados hicieron llegar un oficio a Rómulo Roberto García Santillán, Titular del Área de Auditoría, Quejas y Responsabilidades del Órgano Interno de Control de la delegación Puebla del IMSS, sin que a la fecha se haya siquiera abierto una investigación.
En la Subdelegación Puebla Norte las cosas no están mejor.
Ahí, el Subdelegado Jaime Fabián Meléndez ha establecido un sistema de pago de cuotas por fuera que involucra a trabajadores y patrones a cambio de gozar de beneficios, privilegios, ascensos y exenciones.
Un grupo de cerca de 20 trabajadores-testigos de las irregularidades y abusos y confiando en la política del instituto de fomentar la “denuncia”- fueron despedidos fulminantemente por alzar la voz.
De locos.
Por cierto, ¿se acuerda de Maritza García Pérez?
En una entrega anterior le comentaba que la funcionaria, desde la jefatura del Departamento de Auditoria a Patrones le había dado forma a un muy lucrativo esquema de “protección” que involucraba entre otros a instituciones de educación superior en Puebla.
También le comentaba que fue despedida del cargo que ostentaba en la delegación del IMSS en Tabasco, señalada por una sospechosa malversación de fondos por un monto de más de 2 millones de pesos.
Bueno pues, esta mujer recibió ya su regalo de inicio de año.
El pasado 16 de enero fue trasladada a la Subdelegación Puebla Norte, en el preciso momento en el que a esta subdelegación compete la fiscalización de registro de trabajadores y pagos al instituto de empresas constructoras que realizan obras gigantescas como el segundo piso de la autopista México-Puebla y las de remodelación del estadio Cuauhtémoc.
¿Se imagina?
La Iglesia en manos de Lutero.
