En la mesa no estaban ni el Teleférico, ni la Estrella de Puebla, menos el Museo Internacional del Barroco, si acaso se tenía como eje central de las decisiones la labor de posicionar a Rafael Moreno Valle como un político diferente a la altura del país para lanzarlo, si todo salía bien, a la Presidencia de México.
Faltaban siete meses para el cambio de poderes y las alianzas de campaña empezaban a renovarse y otras a buscarse para entrar por la puerta grande. Una de las fichas más importantes y necesarias era la BUAP. Su rector, Enrique Agüera, había jugado del lado contrario y en el análisis el peso de la Benemérita era muy bien valorado. Al gobernador electo le habían dicho si la BUAP sale a la calle, se pierde la gobernabilidad, por tanto, el poderoso coordinador tendió puentes de plata para generar el acercamiento institucional.
Lo que verdaderamente le importaba a ese equipo, el del coordinador, era no dar palos de ciego, menos iniciar una cacería de brujas que trajera consigo el levantamiento de muchos frentes, por tanto se concentraron en un tema: el transporte y todo lo que lo rodea.
Y fueron apareciendo muchos intereses, no sólo los de los transportistas, los del viejo sistema que cooptó, compró, pagó las movilizaciones electorales en favor del PRI con más y más concesiones, incluidos operadores universitarios, por supuesto que los hubo. ¿Cómo garantizar que los estudiantes no secuestraran las unidades del transporte público? pues dando las concesiones a los líderes de la universidad.
Han pasado prácticamente 4 años y medio de aquellas reuniones donde la prioridad era implementar el sistema de RUTA, los autobuses articulados, con grandes fallos, con notables demoras y ahora, al inicio del quinto año de gobierno con un tema central en contra, es año electoral, es año de efervescencia política, de confrontaciones, de acusaciones y críticas, de bloqueos, de amenazas y de venganzas.
Esta semana empezaron a circular los nuevos autobuses articulados ante el asombro de los pasajeros y de los conductores del viejo sistema de transporte que irá siendo desplazado.
Otro frente más en el futuro inmediato del gobernador que quiere ser como Peña Nieto, y que va siguiendo los pasos uno a uno de alianzas con los poderosos medios de comunicación, con las constructoras privilegiadas del sexenio peñista y con los grupos de poder del viejo sistema político del país, ese que los nuevos electores rechazan constantemente.
Como contraste a la realidad poblana, el lunes el Presidente Peña firmó el acuerdo con los gobernadores, Moreno Valle entre ellos, para que todos los ciudadanos del país tengan acceso a una copia de su Acta de Nacimiento en cualquier oficina autorizada; sonriente el famoso #GoberBala saludó a Peña Nieto y le dijo: “Estamos con usted, señor Presidente, Puebla lo apoya”.
Sin duda por la cabeza de Rafael Moreno Valle no pasó, ni por asomo el caso Chalchihuapan, menos la vida de José Luis Tehuatlie Tamayo, o su madre doña Elia y los presos políticos que han sido detenidos por pedir que regresara el Registro Civil a su localidad.
Ojalá el tema del transporte público no sea otro caso Chalchihuapan.