Hace dos años la llegada de Enrique Peña Nieto a la presidencia de la República se produjo en medio del rechazo social, columnas de manifestantes, muchos de ellos emanados del movimiento universitario Yosoy132 pero también grupos autodenominados “anarquistas”, tomaron las calles de la ciudad. Y el resultado fue el inicio de las marchas como frentes urbanos de batalla.
Dos años después las calles volvieron a llenarse de estudiantes, de jóvenes que salieron a recordar la desaparición de los 43 normalistas desaparecidos, y a nivel local las decenas de presos políticos que el morenovallismo ha producido especialmente en los últimos dos años.
Pero también a protestar en contra de los proyectos de muerte, en contra de la concesión de mineras y la construcción del gasoducto Morelos, es larga, kilométrica línea tubular que cruza Morelos, Puebla y Tlaxcala y cuya oposición al proyecto por parte de activistas y habitantes de los municipios aledaños al volcán Popocatépetl ha sumado presos políticos.
A la marcha se sumaron también los opositores al retiro de la facultad del registro civil en las juntas auxiliares, la decisión política del Congreso local y del gobierno de Rafael Moreno Valle que derivó en la peor crisis política de este sexenio, cuando una lata de gas lacrimógeno lanzada por policía municipal le rompió el cráneo al menor José Luis Alberto Tehuatle Tamayo y después le arrancó la vida.
Y están ahí también los de la Unión Popular 28 de octubre, los comerciantes que se han sumado al rechazo ciudadano que suma y suma agravios, ora una detención ilegal, ora una expropiación exprés, ora la amenaza de que entrarán a tu hogar destrozando puertas y ventanas.
1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9, 10 y así hasta el 43 es el pase de lista, la consigna de los últimos meses, el recuento de los que salieron la tarde del 26 de septiembre de la escuela normal rural Isidro Burgos y a más de dos meses no han sido hallados.
Y a las actividades matutinas se sumó la marcha silenciosa que partió del mausoleo a Zaragoza para llegar al zócalo, una marcha con veladoras, una marcha por el luto de un país que sigue empantanado por la corrupción y que se mueve en esa línea difusa en la que el crimen organizado y el poder político son ya la misma cosa.
1,2,3,4,5,6,7,8,9, 10 y así hasta el 43.
