03-05-2024 08:22:20 PM

La fabulosa vida de los alcaldes de Puebla

josejuan28

El salario mínimo en México, con el aumento de 2.46 pesos aplicado desde enero de este año, es de 67.29 pesos diarios. Para que un mexicano pueda comprar una casa de 70 millones en La Vista, por ejemplo, tendría que trabajar más de un millón de días.

Esta semana, el periódico E-Consulta publicó los salarios de los presidentes municipales de Puebla, que van de los 24 a los 90 mil pesos.

josejuan28La lista la encabeza —no podía ser de otra manera, como dice el clásico— Tony Gali Fayad, presidente municipal de Puebla, con un salario mensual de $90, 567.63, es decir, el alcalde gana mucho, muchísimo más que el poblano común y corriente.

En el lugar 17, muy lejos del puntero, aparece el edil de San Pedro Cholula, José Juan Espinosa, con un sueldo de 39 mil 999 pesos con 94 centavos. Si Espinosa Torres percibe 40 mil pesos cada 30 días, ¿cómo hizo una remodelación en su casa en el exclusivo fraccionamiento El Cristo de más de 4 millones?

Supongamos que, con 8 meses en el puesto, el presidente municipal de San Pedro, que en promedio gana mil 300 pesos diarios, invirtiera todo su sueldo en las mejoras de su hogar, tendría que trabajar 2 mil 250 días; sin gastar en otra cosa, son 75 meses o más de 6 años de salario íntegro.

Peor aún: José Juan maneja una camioneta Audi Q5 de año reciente. Según el sitio web de la empresa alemana fabricante de vehículos de lujo, el precio del auto va desde 599 mil pesos.

Otra vez las odiosas, pero necesarias comparaciones: para adquirir una Q5, el presidente municipal tendría que destinar, sin usar un peso en otra cosa, 460 días de salario.

¡Y no lleva ni un año en el puesto!

Pero estos milagros de la política poblana no son nuevos.

La ex presidenta municipal de San Pedro, Dolores Parra Jiménez, después de inventar que ganaba 10 mil pesos al mes  para después confesar que eran 35 mil en realidad, se da una vida que pocos cholultecas se explican. Los cercanos a “Lolita” se preguntan cómo le hizo para adquirir una gasolinera, casas, autos de lujo —para su esposo y sus dos hijos— y ropa de diseñador.

Bien raro: en tres años, Parra pasó de ser una sencilla contadora a multimillonaria.

Otro panista que cobraba muy bien era Eduardo Rivera Pérez. Mensualmente, Lalo recibía más de 150 mil pesos por trabajar en La Ciudad que Queremos, como él mismo llamaba a Puebla capital.

Durante su trienio, Rivera Pérez fue el segundo alcalde mejor pagado de México, sólo después de la también panista Margarita Arellanes de Monterrey, Nuevo León, con 155 mil pesos netos.

Menos de dos mil pesos separaban al primer y segundo lugar. 

Los ejemplos tecleados servirían para entender el por qué de los datos presentados  en junio por el Instituto Nacional Electoral en el Informe País sobre la calidad de la ciudadanía en México.

La encuesta realizada a 11 mil personas arroja dos datos reveladores, pero no sorpresivos:

– El 49% de los mexicanos cree que los políticos no se preocupan por la gente.

– El nivel de confianza en los partidos, sólo alcanza el 19 por ciento contra el 17 por ciento de los diputados federales.

Solamente la Iglesia, el Ejército y los maestros superan la mitad de la confianza; el resto —incluyendo medios de comunicación— estamos por debajo.

¿Qué estamos haciendo mal?

Para empezar, como en los cuatro casos presentados: mentir.

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