Durante los dos primeros años del sexenio, el gobernador encomendó a la Secretaría General de Gobierno saber qué intereses habían hecho posible la expansión de Lomas de Angelópolis.
Para sorpresa de muchos, la investigación arrojó que todo inició cuando el priista Miguel Quirós Pérez presentó a Rafael Posada Cueto con Manuel Bartlett, entonces candidato a gobernador.
Quirós pujó para hacerlo diputado local y lo logró. Manuel Bartlett empezó a recibir favores de Posada, como el uso, con todo y comodato (comida y bebida), de su avión particular.
La complicidad aumentó y Bartlett acercó a Posada con Pedro Aspe, entonces secretario de Hacienda en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.
Aspe coordinó la transformación del negocio de los Posada para pasar de harinero a inmobiliario. La Asunción fue vendida en 300 millones de dólares al grupo Maseca.
Y con esa gran liquidez, Manuel Bartlett sugirió las tierras cercanas a la recién expropiada reserva territorial Atlixcáyotl. Pedro Aspe metió como socia y prestanombre a su esposa Concepción Bernal Verea.
Aspe también logró que su hijo Pedro entrara a trabajar en Proyecta, la controladora inmobiliaria de los Posada.
Miguel Quirós metió a su esposa como accionista, a su hijo Miguel como encargado de la compra de reserva territorial y a su hija Consuelo como Notaria del grupo.
Miguel hijo es el que negocia con los ejidatarios la compra de parcelas, que se escrituran en la notaría 27 de su hermana María del Consuelo, señala la investigación.
Era el negocio redondo en el que se dejó una pista. O varias. Las parcelas las vende Rafael Posada Cueto, que en sus generales dice ser campesino/ejidatario, a sus empresas en las que aparece su medio hermano Alejandro como representante legal. Son las compañías Cumbres de San Andrés, Riberas del Valle y muchas más.
Los campesinos son Rafael y María Elena su hermana. Los compradores son sus propias empresas representadas por sus hermanos Gabriel y Alejandro.
Por ejemplo, el título de propiedad 7641 de fecha 17 de junio del 2008 expedido por el Delegado del Registro Agrario Nacional, señalaba al campesino Rafael Posada Cueto como propietario de la parcela 121 z 1 P1/1 de más de 56 hectáreas, que le vendió el 30 de octubre de 2008 a Cumbres de San Andrés representada por su hermano Alejandro.
Así, la administración morenovallista descubrió todo el andamiaje y ya los iban a atorar, porque además se la jugaron en el 2010 por Javier López Zavala.
En el proceso de actuar legalmente contra los inversionistas y campesinos de Lomas de Angelópolis, apareció Juan Pablo Piña, entonces secretario de Asuntos Legales del gobierno de Moreno Valle.
Se hizo novio de la hija de Rafael Posada y, posteriormente, su esposa.
A partir de entonces terminaron las investigaciones, donde la peor parte la llevaría la notaria de Consuelo Quirós: cárcel y pérdida de patente por dar fe a operaciones fantasmas e irregulares de despojo, en muchos casos.
Tan irregular fue el proceder de Consuelo que ya vendió su Notaría, pero falta que Moreno Valle autorice el nombramiento del nuevo comprador.
Se llama Hugo Zurita Mercado, quien en realidad responde a los intereses de su cuñado de apellido Pizarro y su amigo Cabalán Macari, secretario de Infraestructura del gobierno de Puebla y mejor amigo de Moreno Valle.
Por la Notaría se pagaron 20 millones de pesos, en efectivo.
NOTA BENE
El empresario Rafael Posada es tan desconfiado que modificó este año su testamento para señalar explícitamente que, de la herencia de su hija, no podrán participar ni el ex esposo Cué, ni el actual Piña.
¡Auch!